Episodio 1 - Encuentro

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"spiritus Domini super me eo quod unxerit Dominus me". 

Jajajaja lo sé, es algo complicado el pronunciarlo... pero con algo de practica lo llegas a dominar, lo que eso quiere decir es: "El espíritu del Señor Yahveh está sobre mí".

De hecho está sobre todos nosotros, sobre ti, sobre tus padres, sobre tus amigos e incluso sobre las personas que más odias, "El Espíritu del Señor está sobre mí" significa que el amor de Dios se desploma sobre todos nosotros, éste tiene muchas formas de manifestarse, se manifiesta en el cantar de las aves, en el nadar de los peses en los riachuelos, en la risa de un bebé que juega con el cabello de su madre, en el viento acariciando los lirios del campo, también se puede manifestar revelándote al amor de tu vida, como me pasó a mí...


Narra Nagisa Shigure:

Me llamo Nagisa Shigure, tengo 16 años, y hoy asistiré por primera vez a mi nuevo colegio: "el Colegio católico santo Tomas". Desde que tengo 9 años me sentí llamada a la misión del Señor, cuando tenía 7 años me diagnosticaron una metástasis inoperable en el cerebro, yo no sabía muy bien lo que eso quería decir, pero recuerdo que mamá y papá lloraron mucho cuando se los dijo el especialista, puedo imaginarme que para ellos fue como si se les cayera el mundo encima; mis padres gastaron mucho dinero en tratamientos que no parecían que llevaran a algo, un año después de aquello mi padre murió en un accidente, nos quedamos mi madre y yo solas, desamparadas, tristes... mi madre trabajaba horas extras, ya no solo para tratar de costear mis tratamientos médicos, sino para también llevar comida a nuestra casa, pero un día de primavera como esta, mientras andaba por la calle vendiendo bonice, me le acerqué a un hombre desconocido y le dije:

—¿Se le ofrece un bonice señor?

—¿Cuántos años tienes nena? —me preguntó él.

—8 años señor... —contesté.

—¿Y qué hace una nena como tú vendiendo eso en las calles? Tú deberías estar en la escuela aprendiendo y jugando.

—Mi mami me dice lo mismo, pero quiero ayudarla, ella hace mucho por mí para pagar mis medicinas.

—¿Con que se trata de eso eh? —dijo mientras ponía su mano sobre mi cabeza.

—No te compraré un bonice, pero te daré algo mejor, ve con tu madre y dile que ya no compre más medicina, porque los sanos no necesitan de médico, sino los enfermos, y tú ya no lo estás...

Dos semanas después, cuando me hice el último chequeo mi madre rompió en llanto, yo estaba sana... desde entonces mi vida no me pertenece a mí sino al mi Señor.

—¿Eh...? Uch... mi ojo...

Un fuerte ventarrón había arremetido sobre mí haciendo levantar los pétalos de cerezo por todo el lugar, entre los cuales algunos se precipitaron hacia mis ojos, y rompiendo así mi concentración en aquellos recuerdos.

—"Los pétalos son muy bonitos, pero pueden llegar a ser usados como armas de contingencia para dejar ciego a tu adversario..." —pensé, mientras frotaba mi ojo izquierdo y me reponía del ataque de los pétalos de cerezo, súbitamente escuché una voz femenina que me decía:

—¿Te encuentras bien? —Mientras removía gentilmente con sus dedos los pétalos en mis ojos que obstruían mi visión.

—Eh... yo... —En ese momento fui incapaz de formular palabra alguna, estaba perpleja... porque delante mí estaba la chica más bonita que había visto en toda mi vida...

—Jeje... ¿te comió la lengua el gato? ¿O es que estás atónita por la belleza del paisaje?

—Yo no... ¡AHHH, MUCHÍSIMAS GRACIAS SEÑORITA!

—¿Jumm? No fue nada, no tienes por qué agradecérmelo... solo vi a una linda damisela en apuros y acudí a su rescate...

Las palabras de aquella misteriosa pero hermosa chica me hicieron pasmar de los nervios... supongo que no estaba acostumbrada al hecho de que una chica tan linda me elogiara de esa manera.

—Sí... yo... este... la verdad muchas gracias.

—Cuando gustes. ¡OH! —dijo mientras acercaba su rostro hacia el mío a escasos 5 centímetros...

—¿S-sucede algo malo? —pregunté.

—Jumm... mejillas sonrojadas, pupilas dilatadas y a juzgar por tu rostro un ritmo cardíaco acelerado. ¿Eso significa que estás enamorada?

—¿Q-Qué? ¿E-enamorada? ¿Por qué dice eso tan de repente?

—Así que eso es un "sí" ¿eh?

—¡YO NUNCA DIJE ESO!

—Jeje Tranquila no te ofusques, solo es una broma, supongo que es a lo que puedes llamar "romper el hielo" —. La sonrisa de aquella chica era muy encantadora, los atardeceres se quedaban cortos a comparación de aquella cálida sonrisa...

—Bueno, si me disculpas tengo un compromiso que atender, con tu permiso —dijo mientras daba una elegante vuelta y se alejaba del aquel lugar.

—¿Eh? E-espera... ¿cómo te llamas? —le pregunté mientras se alejaba y los pétalos de cerezo se elevaban nuevamente alrededor de ella por el soplar del viento...

—Yin, Yin Yan. Ese es mi nombre...


Continuará uwu

El Rosario del Amor uwuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora