Taehyung pensaba que Jungkook no estaba pagando. Que seguía haciendo todo lo que se le cantara el orto sin él salir lastimado
Bueno, eso había dejado de ser cierto
Como una vez dijo la señora Park. El Karma se iba a encargar de él, y lo estaba haciendo poco a poco
En su clase, las chicas con las que salió alguna vez comenzaron a reunirse en su contra para hacerle la vida imposible. A Jungkook le importaba un mierda, le parecía muy estúpido y hasta se reía de ello, pero...en el fondo sabia que eso significaba que el resto también se pusiera del lado de ellas.
Jungkook temía quedarse solo, muy en el fondo temía eso. Tenia miedo de volver a la época en primaria donde todo el mundo solía evitarle porque era muy callado y le daba miedo a todos
Por otra parte, su hermano mayor había ido a la casa un fin de semana y lo acompañó en su clase de tenis un momento. En el poco tiempo que pasó con él, pudo percibir como maravillaba y encantaba a todos con su sola presencia.
Incluso los pajarillos cantaban a su alrededor y las moscas le evitaban a toda costa
En casa con su papá Seokjin era el preferido, el que le sacaba sonrisas a sus viejos y le hacia sentir a su padre que había valido la pena no abortarlo
No como con Jungkook, con quien se la pasaba amargado y con muchas ganas de mandarlo a un internado por su pésima conducta
El azabache sabia que estaba siendo mierda, que hacia daño y no le importaba hasta que veía como todo el cariño se lo llevaba Seokjin
Jungkook se llegó a sentir menospreciado por varios días, sabiendo que era por su actitud de mierda la razón por la cual todos le evitaban, pero no podía cambiar. Le era difícil hacerlo, se sentía ridículo
Sentía que todo lo que estaba sintiendo era ridículo
Asique no pudo desahogarse con nadie al respecto. Ni siquiera con Eunha, pensando que esta se mofaría de él.
Entonces, intentó refugiarse en su madre
Jungkook había reprimido sus lagrimas de madrugada esperando con su celular en mano que esta contestase sus mensajes, pero ella ya ni siquiera le llamaba
En cambio, su madrastra era la primera en estar ahí para él cuando llegaba tarde a casa. Siempre le ofrecía algo de comer y trataba de preguntarle como estaba, pero Jungkook siempre la bateaba por pensar que esta solo estaba fingiendo jugar a ser madre para quedarse a vivir con su papá
Ahora en los últimos días se había estado preocupando por ella en silencio por su salud. La mujer de su padre se había estado sintiendo mal y muy débil esos días.
Jungkook solo intentaba no pensar mucho en eso para no sentirse mal por todas las veces que la trató como basura
Y por ultimo, Taehyung
Salir con él nuevamente le estaba costando mucho, pero le funcionaba para corregir un poco su actitud y dejar mostrar su verdadero "yo"
Un Jungkook no tan mierda y más empático, quien se esforzaba por cuidar y amar a la única persona que probablemente le amaba en ese momento y no lo evitaba
Pero... a pesar de todos sus esfuerzos, cada vez que Taehyung le hacia recordar lo mierda que fue con él hace tiempo atrás, y luego ponía esas caras tristes, solo le hacia sentir mal.
Sentía que no avanzaba, que seguiría siendo así de mierda por el resto de su vida
Pero las sonrisas de Taehyung... Aquello curaba todo, le hacia olvidar de todas sus preocupaciones y le decía "haces feliz a alguien"
Jungkook se sentía bien haciendo feliz a Taehyung, reconstruyendo esa linda sonrisa gigante que había perdido por su culpa
— ¿estás seguro de que no quieres que te lleve a tu casa? — preguntó Jungkook en el marco de la puerta, acariciando su sedoso cabello
Taehyung negó: — no te preocupes
Jungkook le abrazó: — mándame mensaje cuando llegues para saber que estás bien — susurró, apoyando su cabeza en su hombro
— lo haré — respondió Taehyung
— te amo — volvió a decirle, esperando ser correspondido
El pelinegro sonrió ladino: — yo también — dijo antes de darse la media vuelta e irse
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Taehyung caminó cabizbajo y aguantó bastante para no volver a llorar. Sollozando bajito con sus hombros caídos, llamando la atención de algunas personas que pasaban a su lado
Al llegar a su casa, intentó disimular y metió las llaves en el picaporte para abrir, pero no hizo falta. Jimin le abrió la puerta de golpe
Ambos se lanzaron miradas
— no quiero hablar — balbuceó Taehyung, quitándose los zapatos en la entrada
— ¿a donde demonios estuviste? — preguntó Jimin entre dientes — te llamé, y cuando no me contestaste llamé a Eunha. Y oh sorpresa! Mentiste! No estabas haciendo ni un puto trabajo
— Jimin no quiero hablar ahora — insistió Taehyung, volviendo a sollozar
— ¿estabas con él verdad? — preguntó el rubio, gruñendo enfadado
Y cuando Taehyung no respondió, supuso que su respuesta era "si"
— ¡te fuiste todo un maldito día con ese grandísimo idiota y dejaste a Goo atrás! ¡No puedo creerlo! — Jimin levantó su voz, sonriendo con frustración
Taehyung intentó pasar de él, pero el rubio sujetó su mochila con fuerza y terminó por romper la cremallera de esta, abriendo su mochila de hombros por completo y revelando su contenido en el suelo
Soltó un gran suspiro y llevó sus manos a sus labios: — Taehyung por favor dime que no fuiste a la Comic-Con con Jungkook — preguntó, al borde de las lagrimas, viendo peluches, comics y figuras de acción regados en el suelo
El pelinegro solo comenzó a llorar de nuevo, no teniendo forma de encararle
