⇨Capítulo 11⇦

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—15 días después de navidad

Por un beso de la flaca, yo daría lo que fuera.

Por un beso, de ella, aunque solo uno fuera.

¿Conocen esa canción? Se la cantaba mi abuelo a mi abuela cuando se casaron luego de que la familia de mi abuela la vendiera por una vaca.

Y tuvieron como ocho hijos. Dos hombres y seis mujeres, por eso las reuniones familiares son bien cabronas.
Pero, salí de un purgatorio para volver a otro.

En fin, la hipotenusa.

Me duelen los pies. Tomé el tren que me deja bien lejos de la prepa, y como ha estado nevando tanto, no hay ningún pinche camión. O sea, ni veo la maldita calle, no mamen. Barran la calle, ¿dónde están las peleas de vecinos y el viejito metiche para que se ponga a barrer?

Se ocupa.

Y luego, Mafia dijo que me iba a recoger, pero, yo creo que le valgo tanta verga que se le olvidó.

Ni porque cuando le hablé aguantó mis llantos y me dijo que éramos amigos y que me apoyaba y la chingada y que estaba para cualquier cosa que ocupara. Y yo pendejo que le creí. Gente como yo, toda pendeja que se deja ilusio— ¡Güero! — Ah, ahí está.

Olvídenlo.

Frunzo el ceño soltando la maleta para que se hunda en la nieve. — ¿Dónde estabas? Caminé como seis cuadras. — Lloro. Tal vez debí haberlo llamado con el teléfono que ya tengo que me compró el hombre innombrable que me abandonó de chiquito y ahora yo abandoné para que vea lO QUE SE SIENTE.

No es cierto, tenía que volver a la escuela.

—Sí, es que, había un hoyo en el camino. — Dice tratando de contener la risa.

— ¿Te caíste?

—No. ¡A un crío se le metió el pie! — Empieza a tener un ataque de risa.

— ¿Lo ayudaste?

— ¡No! ¡Estaba descojonado, apenas podía respirar! —Pinche Mafia culero. El mundo no cambia por gente como tú.

Digo, yo también me hubiera reído, pero también lo hubiera ayudado, no mames.

—Me reí un rato y luego vine corriendo. —Levantó mi maleta del suelo, se acomodó el cabello, me acomodó el mío. —Hey, ya, ponte las pilas, niño. — Si, wey, ya sé que parezco zombi, pero te juro que es porque no me he bañado.

JAJAJAJA Mentira, si me bañé. Yo me baño todos los días, pero la situación en casa está disifil.

¿Disifil? ¿Dicifil? ¿Difícil? Difícil.

Difícil.

Tanto así, que olvidé como hablar.

—Mi abuelo quiso intercambiarme por una vaca. — Confieso, finalmente mis traumas atribuidos por mi vida familiar. Así es amigos, algunos los golpean, los maltratan, tienen padres alcohólicos que los abandonan, en mi familia se trafica con vacas u otros animales de granja.

Bueno, en mi pueblo. ¿Si les conté de mi abuela?

De hecho, creo que a Cross se lo vendieron a Nightmare por dos vacas y tres cerdos. No sé, esa es mi teoría. Es que, no me entra en la cabeza que salga con él por voluntad propia, y me acordé que Cross es de mi pueblo, de hecho, es mi vecino. De hecho, creció en mi casa, el bato se la pasaba metido en mi casa, en mi cuarto y en mi pERRA CAMA.

¿Dónde estaba su mamá? Ni idea, pero, siempre pensé que terminaría con una mujer madura con un título de abogada y él sería un empresario empoderado, y andarían en revistas de publicidad anunciando la nueva compra de su mansión y todo eso. No sé, desde que lo conocí me dio esa impresión de que dominaría el mundo.

Belaya luna ⇨ ErrorinkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora