Siempre me he preguntado que por qué me cuesta tanto hablarte.... ¿Por qué si me gustan nuestras conversaciones? ¿Por qué si me gusta lo que siento cuando te veo? ¿Por qué si me gusta ese cosquilleo en el estómago al cruzar una mirada contigo? ¿Por qué si hasta me gusta la adrenalina que me da pensarte?
Lo he comprendido. La razón es que me gustas tú. Y si me preguntas cómo me gusta el amor, te diría que complicado, rebelde y valiente, tierno y salvaje. Largo como tus manos, dulce como tu boca, y tranquilo como lo eres tú. Te diría que el amor me gusta mucho, pero mucho menos que tú.
Porque eres una persona única, especial, increíble, pero sobre todo tú.
Me encanta cada forma de tu ser. Cuando estás serena, cuando estás de coñas, cuando te enfadas, cuando te pones analista, todo.
Me encanta tu voz, tu risa, tus chistes, tus ojos, tu mirada, todo.
Me encantas como persona, como ser, física y mentalmente.
Me gusta todo lo tuyo por la simple razón de que te pertenece. Me gustas tú.
