Regalo de Cumpleaños

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Estaba emocionada, se acercaba mi cumpleaños número dieciocho y mis dos madres me habían prometido de regalo un viaje a Norteamérica cuando llegara a la mayoría de edad. Moría porque llegara ese día, la vida en mi país era muy aburrida, nunca ocurría nada fuera de lo común, detestaba mi ciudad perfecta ausente de adrenalina. 

Lo más interesante que había ocurrido en mi ciudad había sido una matanza de franceses por unos belgas vengativos y el hecho histórico de ser el lugar donde se imprimió por primera vez un libro en inglés. A mi madre Marta le encantaba la idea de que yo conociera el extranjero, pues ella era de otro país y siempre decía que era bueno tener experiencias fuera de casa. A mi madre Laura en cambio no le gustaba mucho la idea, era más estricta, decía que yo tenía un gran futuro aquí mismo, sin necesidad de irme lejos a un lugar donde no conociera a nadie. La entendía, me amaba tanto que no quería que su pequeña corriera ningún tipo de peligro, yo le insistía que exageraba un poco que solo serían unas vacaciones.

El viaje sin embargo no lo realizaría sola, iría con un grupo de veinte personas en un tour, en el que estaban incluidos mis mejores amigos. La ciudad elegida era la que habitaba mis sueños desde pequeña, la increíble ciudad de Nueva York.

Samantha, Kevin y Cris, mis mejores amigos ya habían cumplido los dieciocho, yo era la pequeña del cuarteto solo por meses. Samantha y Kevin eran novios desde hacia dos años, ellos son ese tipo de parejas que representan verdaderos amores. Era curioso que a ellos dos los conocía desde el primer año de secundaria y a Cris solo desde un año. Sin embargo Cris se integro a nuestro grupo inmediatamente como una amiga inseparable mas. Cris era holandesa, había llegado de intercambio por seis meses, pero había decidido graduarse con nosotros. 

De los cuatro, yo era la única chica que no poseía a sus padres biológicos, mis dos madres adoptivas sin duda son lo mejor que me pudo suceder en la vida y habían hecho un trabajo fantástico con mi crianza, siguiendo su ejemplo aprendí muchas cosas y me rodearon de mucho amor y excelentes amistades.

El hecho de ser una chica adoptada nunca fue algo que me molesto, tampoco el ser hija de dos lesbianas, vivo en un país en donde es algo absolutamente normal. Incluso Cris mi mejor amiga es lesbiana y  eso jamas impidió que se forjara nuestra mágica amistad.

En casa mis madres organizaron una pequeña reunión, sabían que no era amante de las fiestas ni de los festejos. A la pequeña reunión asistieron solo mis tres mejores amigos, Cris me obsequio una nueva casa para mi gato robot. Samantha y Kevin me obsequiaron una par de libros que me faltaban de mi saga favorita.

Faltaba una semana para la fecha del vuelo cuando a mi buzón de correo llego una carta de felicitación tardía por mi cumpleaños. La enviaba alguien llamado Lorem Prats, quien escribía con muchas muestras de cariño, al parecer era un antiguo conocido de mi madre Laura. Lo curioso de aquel mensaje fue había sido enviado desde Nueva York, justo la ciudad a donde viajaría, y el ofrecía estar al servicio, como si de antemano ya supiera de mi viaje.

Aquel mensaje no me causo temor, yo era una chica fría y muy pocas cosas me causaban realmente miedo, sin embargo decidí hablar con mis madres al respecto. Ver sus caras me impacto, cuando les mencione el nombre de aquel extraño.

- ¿dijiste Lorem Prats? -pregunto mi madre Laura-.

-si, estoy segura que ustedes lo conocen, así que quisiera saber de quien se trata.

-estoy impresionada, luego de tanto tiempo sin saber de el, simplemente aparece así, de esta manera. -dijo mi otra madre-.

-¿quien es mamas, de quien se trata?

EL JUEGO DE ELENA - LIBRO II - SAGA HUÉRFANASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora