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Thais Clark, 24 años.

7 am.

Escucho los pasos de mi hermana menor, Belén Clark. Ella es muy alegre, a donde sea que va siempre contagia a la gente con su buena vibra. Jamás ha sido una de esas chicas perfectas, sin embargo, su hermoso cabello negro hacían buena combinación junto a sus brillantes ojos azules.

Iba vestida con un short rosado neón, un top color negro, y sus zapatos deportivos que aunque ya estaban desgastados, siempre estaban limpios.

¿A dónde vas? -pregunto yo, con curiosidad.

-¿acaso necesitas saberlo?- dice ella con ese tono de sarcasmo que odio tanto pero sé que lo ha heredado de mí.

Hice una pausa, un silencio que le hizo entender que era necesario que me dijera.

-iré a la montaña. A las 10:45 debo de estar lista.- dice ella, con tranquilidad.

7:30 AM.

Terminamos de comer, nuestro desayuno había sido algo muy ligero, una ensalada de frutas, acompañado de la deliciosa avena que hacia mi hermana.

-Ya me voy, Thais- dice ella, levantándose y agarrando las llaves que estaban sobre la mesa.

Está bien, antes de las 11 quiero que estés aquí. -dije yo, sin darle mucha importancia, y observando como ella se va alejando-

*Mi pequeña estrella de Belén, gracias por iluminar nuestras vidas* -Recordé cuando mama, en las noches, le decía eso a mi hermana. Sentí como un sentimiento de nostalgia recorría mi pecho.

8:30 AM.

Salí de la ducha y me dirigí a mi closet. Debía ir a trabajar, decidí ponerme mis pantalones negros de gamuza, una camisa beige y unos tacones no muy altos negros. El noticiero advirtió una tormenta hoy, así que añadí un sobretodo blanco.

No me maquille, opte por un delineado negro que resaltara mis ojos verdes y le dieran un toque a los reflejos rojo de mi cabello negro.

Antes de salir de casa, llame a Belén, quería recordarle que a las 11 debía estar aquí. Ella no contesto, no le di mucha importancia, supuse que estaba trotando.

9:15 AM

Llegue a la compañía donde trabajaba, no era necesario que lo hiciera, el dinero que papa nos trasfería a Belén y a mí nos alcanzaba para cubrir todas nuestras necesidades, sin embargo, sabía que eso no sería para siempre y prefería tomar prevención.

Me senté en mi escritorio con vista a la ciudad, la compañía se basaba en algo muy básico pero importante, ayudamos a los pequeños emprendimientos y nos encargamos de llevarlos a la cima.

Mi puesto era ser la encargada, es decir, de mi depende que lo que vaya a departamento de pago sea una buena inversión.

10:30 AM.

*llamada entrante*

Reviso el teléfono, era mi padre, Paulo Clark. Él nunca estaba presente, se me hacía muy raro que llamara, así que, contesté.

+ ¿Hola? Papá.

- Thais, ¿dónde está Belén? –Note desesperación en su voz-

+Fué a la montaña esta mañana, ¿por qué?

-Acabo de ver las noticias, emergencia ha recibido un llamado, de una chica. El GPS indica que la llamada fué realizada desde la montaña, no dude en llamarte, ambos sabemos que ella amar ir para allá.

+Entiendo, gracias por avisar, iré a revisar si esta todo bien.

-No quiero perderla a ella, Thais. He tenido suficiente con -escuche un pequeño suspiro-

+Con la muerte de mama –termine por el- Lo sé, padre. Te mantengo al tanto.

De inmediato colgué el teléfono, desde que murió mi madre, la relación con Paulo Clark se ha vuelto muy distante. El solo se alejó, y nos dejó a belén y a mi sola. Entiendo su punto de vista, y que sabe que ya tengo la edad suficiente para atender a mi hermana, pero no es motivo para dejarnos solas lidiando con una situación como esta.

Cuando colgué, estaba en shock, aunque no lo demostraba, tenía que mostrarle seriedad a mi padre. Sin embargo, por dentro, estaba analizando la situación. ¿Y si la chica pérdida era mi hermana? Todo sería mi culpa, ella era mi responsabilidad.

Agarré mi celular, y empecé a marcar su número, pero, como era de esperarse, nadie contestó.

Aunque insistí unas 10 veces, el celular estaba desconectado

Mierda ¿Qué he hecho? –Era la frase que se repetía en mi mente una y otra vez-

Empecé a sentir como mis ojos se llenaban de lágrimas.

11:00 AM

Salí rápidamente de la oficina hacia la agencia policial. Efectivamente, era mi hermana, la chica desaparecida. Belén Clark, había llamado a emergencias a las 8:15 AM, Pidiendo ayuda.

Necesitaba saber más sobre los acontecimientos, necesitaba saber dónde estaba mi pequeña niña.

Mientras estaba rogándole y gritándole al policía que estaba en recepción que por favor me diera más información, salió de una de las oficinas una mujer alta, morena, cabello por lo hombros y un cuerpo donde se notan las horas de gym.

-¿Puedo ayudarla en algo, señorita?

+Thais, Thais Clark –dije casi sin aliento-

-Bien, señorita Clark, ¿Por qué no viene conmigo a la oficina y nos calmamos un poco?

¿CALMARME UN POCO? Mi hermana está desaparecida, y esta señorita perfecta me pide que mi calme?, Definitivamente, cada vez me convenzo más, los policías necesitas mejor preparación psicológica

+Oh! Por su puesto –Dije siguiéndola a ella-

Llegamos a la oficina, era simple, unas placas policiales, fotos de ella y su perro en el escritorio, lo típico.

-Srta. Thais. Cuéntame, ¿Qué pasa?

+ Bien, mi hermana Belén Clark es la chica desaparecida de la montaña. No pueden pedirme sus datos y luego esperar a que yo me retire como si nada. Necesito saber más, por el amor a dios, ¿alguien aquí me entiende?

-Entendemos su situación, y estamos indagando a fondos para saber que ha pasado, sin embargo, debe entender que no tenemos suficientes pruebas, solo una llamada y sus datos.

+¿Qué se supone que haga?

-Irte de aquí- escuche una voz en mi cabeza, pero la ignore.

-Por ahora, estar atenta, un gusto hablar con usted, la mantendremos al tanto

-Que gran ayuda!- De nuevo la voz-

+Gracias, de todos modos, señorita

-Bianca, Bianca Larense.

+Ok, hasta luego. Estaré pendiente.

Nota del autor:

Espero que les guste:)

No olviden votar y comentar.

aaaa.

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