#2

15 2 3
                                    

Narra Thais.

Salí de la estación, no quería seguir ahí.

Llamé a mi padre, le comenté la situación, y el solo se quedó callado. Supongo que estaba como yo, no lo podíamos creer. Nuestra pequeña niña estaba desaparecida.

Ahora, no sabia que hacer, a donde ir, algo me decía que ella seguía ahí, pero otra cosa me decía que ella ya no estaba.

-Ella ya no esta, Thais. Debes dejarla ir- Escuche una voz en mi cabeza, sonaba igual a la de ¿Mama?

Ignore eso, no necesitaba distracciones, mucho menos ahora.

La voz Esa voz me ha perseguido toda la vida, desde que tengo memoria.

Recuerdo cuando en el jardín de niños le preguntaba a mis compañeros si ellos también tenían voces que los acompañaban, todos lo negaban, no me hizo sentir mal el saber que tengo una voz que me acompaña, por lo menos sabía que nunca iba a estar sola, ya que no fui de muchos amigos.

En cambio, Belén, siempre estaba rodeada de amigos, sobretodo su mejor amiga Olivia Méndez. Las salidas, noches de pijamada, chicos babeando por ella, eso era mi hermanita menor, tener una vida de películas a pesar de que era muy simple.

Me monte en mi auto, quería irme a casa, pero mi cuerpo no respondía. No estaba con la mente en este mundo

*Flashback*

- Deja de agarrar mis cosas, Belén! Por el amor a dios, deberías por primera vez fijarte en los miles de dólares que tienes en tu closet!!

+ Oh, por favor, mira quien lo dice. Te recuerdo que la que llego ebria con un desconocido fuiste tú. No te gustaría que papa se enterara, ¿verdad?

-Eres una idiota! –Digo yo, sin controlar mi impulso, dándole un golpe de mano abierta en su mejilla.

+ ¡Podrás pegarme y regañarme todo lo que quieras, pero te recuerdo que la que necesita atención aquí eres tú! ¡Enferma!

-Iba a seguir con la pelea, cuando en la cocina se escuchó un estruendo.

Belén y yo nos dimos una mirada, no fue necesario hablar porque sabíamos que mama era la que estaba en la cocina y necesitábamos ir a ver qué había pasado. Bajamos la larga escalera de mármol y con la mayor rapidez posible atravesamos el largo pasillo que llevaba hacia la cocina.

Llegue antes que Belén, estaba mama en el piso.

La vi, estaba en el suelo, teniendo una convulsión. No podía moverme, en eso llego mi hermana y se dirigió hacia ella. Agarrándola y gritándome

Maldita sea Thais, reacciona! Llama a la ambulancia- Su grito fue tan alto que note como su garganta se puso ronca al instante.

-Sabemos que si llamamos a una ambulancia llegara en 25 minutos aproximadamente, mama ya estará muerta y solo será un trauma más para Belén, una decepción más para papa y una carga más para ti, Thais. Es mejor que la ayudes a terminar de irse, así como cuando ella te da las pastillas para dormir

–Escuche la voz de mi cabeza-

Belén -Dije poniendo una mano en su hombro- es hora de aceptarlo, mama ya está muy cansada, necesitamos dejarla en paz.

Cállate! Nunca aportas nada positivo –se levantó y agarro el teléfono- Si no lo haces tú, lo hare yo. ¡Por lo menos si pienso en los demás!

¿Vas a aceptar esa actitud de parte de una niña que siempre te ha robado la atención y no ha vivido nada? –Oí la voz-

Inmediatamente, le quite el teléfono de las manos, y con fuerza la empuje, me acerque a ella y con un susurro le dije Vas a hacer lo que yo diga, como siempre lo has hecho, vas a dejar que Darla muera en paz y dirás que llegamos tarde a la escena. ¿Entendido?

-Ella bajo la cabeza- entendido, thais.

Ambas nos acercamos a mama y la abrazamos sintiendo como dejaba de respirar y con un suspiro nos dijo Mis pequeñas estrellas, han sido lo mejor de mi vida

Y así, mama murió.

*Fin del flashback*

Sin darme cuenta, mis ojos estaban inundados. Pero decidí comenzar a andar. Debía volver a casa y tratar de buscar soluciones.

No me había dado cuenta de la hora, eran las 3:30 pm. ¿En qué momento paso el tiempo tan rápido?

De la comisaria a la casa eran unos 20 minutos aproximadamente, así que decidí poner en marcha el carro ya que no me gustaba llegar más allá de las 4 pm.

El camino se me hizo muy largo, todo estaba muy silencioso. No le preste atención a la radio, solo estaba hablando con mis pensamientos.

Yo sabía que la policía no iba a hacer algo para recuperar a mi hermana.

Yo sabía que Belén jamás se iría de casa.

Yo sabía que algo no estaba bien.

Yo sabía que la policía me estaba ocultando algo.

Cuando llegue a casa, me percate de una camioneta vino tinto, encerada y con los vidrios oscurecidos.

Sabía quién era, estacione mi carro y me quede unos minutos arreglándome un poco en el espejo, de tanto llorar, el poco maquillaje que me había puesto se había vuelto un completo desastre.

Al entrar en casa, estaba el. Un hombre alto, de piel blanca, algo huraño, pero tenía sus golpes de buen humor, su cara hablaba de una persona forzada en el ardor de la batalla diaria del que hacer, su mirada profunda, ojos hundidos, cejas pobladas muy peculiares así como sus pómulos, sus labios gruesos, resecos por el calor de su cuerpo. Era poco comunicativo pero cuando se decidía a expresar algo lo hacía con seguridad y buena elocuencia. No vestía muy elegante, pero la vestimenta que llevaba le sentaba bien: Camisa a cuadros, manga larga, en el bolsillo de la misma, nunca faltaba un bolígrafo y sus lentes oscuros que resaltaban su personalidad; Pantalones jeans algo desgastados pero en buen estado, siempre planchados con mucho filo. Calzaba zapatos de cuero que hacían sonido al caminar.

Se encontraba de espaldas, viendo las noticias. Mi cuerpo no quería moverse, pero con mi mayor esfuerzo, hable.

- Hola, papa.

+ Hola, Thais.

- Escucha papa, me alegra mucho verte. Y se todo lo que estás pensando, te juro que yo jamás quise que pasara esto, no han pasado 24 horas aun así que no van a abrir una investigación profunda. Le di el permiso a Belén porque como tú mismo dijiste, sabemos cuánto ama ir a la montaña. –Solo se quedó callado, sabía que estaba pensando las palabras correctas para tratar de no lastimarme-

+ Thesa, –oh por dios, cuanto odio que me llame así- Sé que esto no es tu culpa, sin embargo, debías de haber tenido más responsabilidad. ¿Sabes si iba acompañada? ¿Sabes si sus planes eran regresar? ¿Acaso tienes idea de cómo se ha sentido últimamente? –Con cada palabra iba alzando más la voz-

.

.

.

Nota del autor:

Hola, si.

Debo admitir que aunque solo llevo 2 paginas, esto me esta encantando.

Hasta ahora no somos muchas vistas, pero estoy muy agradecida con las personas que han estado leyendo TDB.

No olvides votar, ya que eso me motiva a seguir escribiendo.

Para alguna recomendación me puedes escribir por IG: victoriabrito2005

Un besito, tu decides en donde.

Tu desesperada busquedaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora