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✿Kim TaeHyung✿

Suplicaba con la mirada para que logrará adueñarse de mí y si era posible mi cuerpo era suyo sin pedir. Tan sumiso a sus cálidas caricias que sin necesidad de tomarme por completo me llevaba más allá del cielo.

¿Cómo era posible que yo supliqué en silencio para que continúe si yo siempre llevo el control?

Dejarme envolver por sus sucias palabras que con cada aliento me embriaga el ser, es un pase directo al infierno; el lugar donde anheló estás para arder en las llamas del pecado junto a ella.

Creía decir que darle celos era la peor cosa del mundo, pero estaría mintiendo si dijera aquello.

Esas dos orbes brillan en esta oscura habitación como el reflejo de dos estrellas que quieren ser vistas en la soledad. Te miré tan desperado y suplicante que en tus labios una sonrisa de lado con una combinación de maldad y perversidad se formó. Sonreíste de esa manera porque sabías que te saliste con la tuya, otra vez.

Odiaba admitirlo, pero me tenías dominado, siendo yo tu esclavo y tu sucio hombre que cumple tus más oscuros deseos lujuriosos.

Tu forma de verme hace que deseé más de está noche, que las horas se detengan y que el tiempo deje de correr para disfrutar cada uno de tus suaves besos en la parte más íntima de mi cuerpo.

Mis dientes inconcientemente muerden con fuerza mi labio inferior, tanto que empiezo a sentir el sabor metálico que se mezcla con el leve dolor. Cada minuto que pasa, mi respiración se vuelve pesado logrando que ya no pueda controlar los sonidos que salen de mi garganta.

Estoy perdiendo el control y tú lo estás disfrutando.

Tu aliento es cálido, lo puedo sentir recorrer en la piel de mi vientre. Me generas cosquillas y haces que mi cuerpo se estremezca. Subes lentamente, besando mi abdomen haciendo caminos imaginarios, succionas a tu antojo y morbosa mente pasas tu lengua por mi pecho hasta llegar a mi clavícula.

Te observó respirando con dificultad, jadeando en silencio y tragando con algo de dureza la saliva que vuelve agua mi boca.

— Eres un chico bueno — esa ligera sensualidad en tu voz abraza mi cuerpo desnudo, susurraste en mi oído y antes de volver a bajar para estar en tu antigua posición dejas rastros de saliva en el lóbulo de mi oreja.

Estás nuevamente en frente de mí, observando atentamente el problema que me acabas de causar, mi erecto miembro da directo a tu cara justo en esos pequeños labios. Estás ansiosa por tomarlo entre tus manos para masturbarme, yo también lo estoy.

Lo miras en silencio, esa expresión de sorpresa me dice que nunca lo habías visto así y eso que es la primera vez que lo tienes de esa manera en frente tuyo.

— Está más grande que anteriormente — tu voz sale baja —. ¿Acaso tomaste vitaminas? — tus ojos dejan de mirar para fijarlos en los míos.

— ¿Eso importa? — me sorprende tu negación. Sonrió, apenas logro encurvar mis labios.

Tus ojos nuevamente bajan, dándole atención a él más a que mí, pero no me importa porque de todas formas disfrutaré.

Me echas una última y rápida miradita para luego continuar, lo tomas entre tus pequeñas manos y rápidamente en mí corre una sensación de placer. Jadeo al sentir tus manos en mi tronco.

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⏰ Última actualización: Sep 08, 2021 ⏰

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