Adam West.

10 0 0
                                    

Solo pocas veces he sentido esa decepción que sabes que no podrá pasar en un buen tiempo, que sabes que cada vez que la recuerdes te llenaras de tristeza y rabia que de alguna forma no podrás controlar, pero esto que ahora siento no es decepción e...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Solo pocas veces he sentido esa decepción que sabes que no podrá pasar en un buen tiempo, que sabes que cada vez que la recuerdes te llenaras de tristeza y rabia que de alguna forma no podrás controlar, pero esto que ahora siento no es decepción es tristeza y dolor puro.

Cloe la que hasta hace unos minutos era mi prometida esta arrasando todo a su paso, las invitaciones blancas de nuestro compromiso están es el suelo cubierto de pétalos de rosas blancos, los regalos que hasta ahora nos han enviado se encuentran hechos pedazos y ella solo esta intentando despedazar el que hasta hace unos minutos seria su  vestido ideal de bodas.

—Cloe—La llame—Ya detente.

—¡No!—Grito avanzando a pasos rápidos a mi sosteniéndome a gran manera por los hombros—Espero que esto te haga entender que ya no quiero esta absurda boda—Suspiro con rabia—Que ya no te quiero a ti, que no quiero estar sujeta a un maldito cuya vida siempre se va a limitar a cuatro paredes y con el que se seria infeliz el resto de mi vida.

Mis manos estaban hechas puños a mis lados, intentaba cerrar la boca pues de alguna forma me esperaba esto, desde el primer  momento en que se comenzó a organizar la boda ella nunca dio su opinión, nunca se emociono por algún tipo de arreglo aun cuando yo le dije que podíamos hacerla a su gusto, pero cuando ella dijo que no estaba interesada supe que no solo era por los preparativos si no por el hecho de casarse conmigo.

—¿Y era necesario decirlo de esta manera?—Tome sus manos y las avente haciendo que retrocediera—Solo pudiste decirme desde el primer momento que no querías hacerlo, nos hubiéramos ahorrado dinero y tiempo.

—No lo hubieras entendido—Se excuso—Te lo intente decir, mi desinterés te lo grito y no lo entendiste.

—Lo hice, pero a diferencia de ti pensé que teníamos remedio.

—Entiende Adam ,no eres el hombre para mi, no eres lo que quiero, ya no, todo esto—Su brazos se abrieron de manera dramática mientras que con sigilo caminaba por el cuarto—Esta es una estúpida idea que nunca quise, el vestido, los invitados, los arreglos, me esta volviendo loca esta estúpida situación—Suspiro—La boda se cancela, ya no soporto estar mas tiempo a tu lado, soy una persona libre y no me gusta estar atada y mucho menos a algo que ya no amo.

Con lentitud y el corazón en la boca me acerque a la puerta de mi apartamento mientras que en camino a ella tomaba el abrigo y la bolsa de Cloe. Ante su atenta mirada abrí la puerta y intentando contener toda mi furia y tristeza avente sus cosas al corredor como si estas fueran basura.

—Adam—Corrió a gran paso a la salida tomando sus cosas de suelo con gran preocupación inclinando su cara hacia arriba para mirarme a los ojos—¿Qué crees que es esto? ¿Eh?

Con un sonrisa de corazón dolido le conteste.

—Basura, al igual que tu.

—Adam—Reprocho.

—Llevamos cinco años juntos—Comencé diciendo todo lo que hicimos—Terminamos la maldita universidad juntos y si no fuera por ciertas cosas viviríamos juntos, estábamos a punto de casarnos y digo estábamos porque después de meses y meses de planeación a un mes de ella vienes y me dices que siempre no me quieres y no quieres casarte conmigo—La ira estaba corrompiéndome dejando mi calma en un cuarto lejano de mi mente y encerrado la con llave—Sabes lo que te hace eso ¿No? Una basura—Aclare—¡¡Me hubieras dicho esto antes para así ahorrarme todo el tiempo de mi vida perdida contigo y el dinero que con esfuerzo gane para complacer todos tus estúpido caprichos!!

—Adam—Llamo atónita, nunca en mi vida me hubiera imaginando gritándole a la persona que yo juraba amar, pero tampoco imagine que ella me dejara a solo un mes de nuestro gran día.

—Ahora quiero que te vayas y no vuelvas a aparecer en mi vista—Y sin ninguna paciencia le cerré la puerta en la cara.

Con pasos rápidos avance a la cocina haciendo que mi sentido común me llevara de nuevo a la puerta donde al abrirla Cloe miraba al frente con sorpresa.

—Y quiero que me devuelvas la mitad del dinero que gaste en la boda y le digas a todos los invitados que se cancela ¿Oíste?—Ella solo asintió—Además que quede en claro que tu no me dejas, yo te dejo.

Y de nuevo la puerta fue cerrada frente a ella dejándome caer hasta tocar el frio suelo alfombrado de mi hogar. Hasta hace unos segundos mi pecho no dolía pero ahora mi corazón quería salirse y tirarse de un maldito acantilado.

¿Por qué había esperado que algo bueno me sucediera a mi? A la persona con mas desdicha en el mundo, era demasiado bueno que me fuera a casar con una mujer como Cloe, pero ahora entendía que lo nuestro no era permanente, nunca lo fue.

Con pequeñas lagrimas cayendo sobre mis manos me acurruque junto a la puerta como si esta fuera a darme algún tipo de confort. En algún punto de mi tristeza la mi puerta fue tocada tres veces con insistencia haciendo que estirara mi mano y la abriera sin siquiera levantarme del suelo.

La cabellera rubia de Charlie se dejo ver cuando la puerta me empujo y el entro en mi apartamento.

—¡Hey!—Llamo—¿Qué mierda sucedió amigo? Vi a mi hermana salir hecha una furia y diciendo que eras un estúpido.

Sin siquiera mirarlo le hice un espacio junto a mi, donde tomo asiento en el piso y sin decir nada paso un brazo por mis hombros en un abrazo fraternal.

—La boda se cancela—Alcance a decir.

—Adam—Llamo con sorpresa.

—Y necesito salir de aquí.

El Hotel De Los Corazones Rotos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora