A la mierda con todo
eso dije
y me clavé en sus ojos
esperando
anhelando
que encontrara en mi
eso que tan obvio
yo veía en ella.
Lo busqué tanto
que quizás por eso
ella creyó
ver algo
que parecía amor
y no era más
que la desperación de
un hombre solitario.
Fue más lastima
de lo que fue amor
pero el efecto era el mismo
yo era feliz
en sus ojos
en ese pequeño manantial,
hundido en esas cuencas,
como abismos,
sumergido en el halo negro
hasta que me perdí...Pero mi nena se fue
porque no era mía,
después de todo
las cosas forzadas pueden encajar
pero siempre tienden a romperse...A la mierda con todo dije
y ella me mandó a la mierda
a mi,
con mucho cariño
desde sus ojos
que seguían siendo hermosos
aún cuando ya no me miraban.