La última cena.

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Era justo ese día, justo esa primavera.

El noticiero informando sobre distintas muertes continuas, hablando sobre un asesino en serie.

"Ya van siendo 20 las víctimas encontradas hasta el momento, se dice que hay 5 personas más desaparecidas"

Hablaba la periodista, justo detrás se encontraba una nueva familia llorando por aquel nuevo desaparecido.

La policía alarmada por los casos repetidos, por pura casualidad todos los 20 de cada mes aparecía un nuevo cadáver, con partes de su cuerpo amputadas con sumo cuidado, además de decir que los cadáveres no tenían órganos.

Eso hacia el asesino o más bien sería la asesina.

Una chica casual como todas las demás, no destaca en nada aparte de ser sumamente inteligente.

Por lo que no, está no era una venganza. Esto era por puro gusto de la chica.

— Buenos días princesa — Habló la chica su tono de voz era dulce hacía lo que vendría siendo su víctima.

Aquella persona atada de manos y acostada en una cama, miro a su secuestradora.

Sus ojos no se mostraban con miedo, ese miedo se había ido hace unos días y ella lo sabía bien.

Intento hablar, más no pudo por tener su boca tapada con una cinta gruesa.

— No te entiendo cariño déjame ayudarte. — Dijo la chica sonriendo de par en par, caminando lentamente hacia su víctima.

La chica sin cuidado alguno saco aquella cinta de su boca provocando un quejido en esta.

— Hola — Dijo sonriendo.

— ¿Cuál es tu nombre? — Dijo la secuestradora firme con media sonrisa en su cara mirando fijamente sus verdes ojos.

— Jenny — Dijo, con su torpe y ilusionada sonrisa.

— Bien Jenny, te diré mi nombre porque tú eres alguien muy especial, me llamo Charlotte. — Dijo Charlotte tomando agresivamente el mentón de Jenny sonriendo.

— Es un lindo nombre — Dijo Jenny sin quitar aquella sonrisa, por alguna razón eso provocaba un tremendo asco hacia Charlotte.

¿Cómo alguien, siendo secuestrada y maltratada podría enamorase de quién le hace aquello?

Eso nunca le había pasado a Charlotte, y ella creía que era un simple plan de Jenny para poder escapar, así que por eso mentía y eso le generaba repulsión a ella.

Coquetear, Ofrecerse de tal forma hacia ella solo por escapar o alguna posibilidad alterna le resultaba asqueroso.

Así que decidió jugar su misma carta.

Ella nunca dejaría escapar a alguna de sus víctimas.

— Vamos, Prepare tu comida. — Dijo Charlotte ayudando a Jenny a ponerse de pie.

Su cuerpo está débil, estaba sudando y su piel se había tornado pálida.

Así que Charlotte ayudo a caminar a Jenny hasta un salón con una mesa y en aquella mesa habían cubiertos y un plato con comida junto con un vaso de agua.

Por casualidad había solo una silla en aquella mesa. Charlotte le ayudo a sentarse en aquella silla y Jenny aún con su sonrisa la miro.

— Come, te vas a sentir mejor linda — Dijo Charlotte sonriendo.

Jenny asintió y comenzó a comer, al principio comió despacio con algo de miedo pero después comió como si su vida dependiera de ello literalmente.

Noto que la comida estaba deliciosa, cada cucharada de aquella comida se volvía cada vez más adictiva hacia ella y al finalizar bebió el agua.

Charlotte solo la veía sonriendo con cierta malicia, solo observaba como Jenny sonrió al terminar su comida limpiándose con la tela de su ropa.

— Vaya tendré que enseñarte modales — Dijo Charlotte riendo suavemente, Jenny se avergonzó por ello, se había perdido en aquel delicioso sabor de la comida que olvidó todo lo que había a su alrededor.

— Lo lamento, la comida estaba realmente deliciosa — Sonrió avergonzada Jenny. — Deberías de enseñarme la receta — Continuo la chica.

— Claro, cuando consiga esos ingredientes que me faltan — Dijo Charlotte sembrando la curiosidad en Jenny.

— ¿Cuáles son esos ingredientes? — Preguntó Jenny por inercia.

— Cadáveres, lo que acabas de comer es a una persona específicamente su brazo — Dijo Charlotte sonriendo maliciosa, haciendo vomitar a Jenny de inmediato.

¡¿Cómo podría darle tal cosa?!

— Lo que acabas de hacer es algo absolutamente estúpido, cualquier cosa que se te ponga en la mesa se agradece. — Hablo firme Charlotte ninguna de sus víctimas habían reaccionado de esa forma al saber que habían comido realmente, su mínima reacción era asco y intentar escapar.

Pero Jenny creía que era especial, y que Charlotte no le podría hacer nada. 

Erróneo pensamiento.

— Debo de aceptar que fuiste una linda chica Jenny, aunque me generas repulsión — Hablo cruelmente Charlotte.

— Pero, pensé que era especial para ti ¿Por qué me haces esto a mi? — Pregunto desesperada Jenny.

— ¿Por qué no lo haría? — Dijo Charlotte riendo.

Y ahí justo ese 20 de Mayo de 2021 había muerte Jenny ante las manos de Charlotte, se le encontró en una carretera poco transitada.

En la morgue encontraron ciertas marcas en la piel de la víctima diciendo una dirección en su brazo.

—Tus últimas palabras — Hablo Charlotte

— Disfrute mi estadía contigo — Dijo Jenny con una sonrisa, más no era su típica sonrisa, era la sonrisa de una ganadora.

Jenny no era tonta como Charlotte creía, ella era más que eso. Menos Charlotte quien en verdad se dio cuenta de aquel detalle.

Corto las extremidades del cuerpo de Jenny, mientras reía ella cocinaba su carne hasta tener un plato de comida con la carne de Jenny.

Ella comía a gusto su última comida, hasta la espera de esos policías a su busca, no tardó mucho la llegada de ellos, derribaron la puerta y la vieron comer tan tranquilamente.

Se acercaron agresivamente a ella apuntando con sus armas.

— Tranquilos señores, al menos déjenme comer — Hablo Charlotte soltando una pequeña risa.

Los policías se quedaron confundidos, pero aún así la tomaron a la fuerza y se la llevaron.

En la corte se declaró culpable.

Le preguntaron el porque de todas sus víctimas, y incluso porque las comía.

Ella solo contesto;

— Puro gusto su señoría, pero si le aconsejo algo es, Come ajos para evitar vampiros, y tatúate para evitar caníbales. — Dijo Charlotte haciendo una gran referencia hacia Jeffrey Dahmer.

Y en eso acabo, no, Charlotte no era una copia barata de ese tal Jeffrey solo el había sembrado aquella curiosidad de carne humana en ella, no le gustó mucho cruda así que la cocino, matando a sus vecinos, personas cualquiera teniendo un método para llevar todos sus crímenes acabó.




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