Capitulo 30

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Aidan.

Llevo tres semanas fuera del estado, tres semanas sin dormir bien, y lo mas frustrante, tres malditas semanas sin ver a T/n.

Tuve que tomar el jet de un momento a otro ya que las deudas de Nueva York y Seattle no se cobran solas, sin embargo hablo con ella todos los días a la misma hora sin falta.

Según ella me cuenta, ha estado de aqui para allá en su auto, comprando ropa y zapatos.

Hace algunos días me dio la noticia de la muerte de Christian, cosa que no me sorprende, él tenía muchos enemigos.

Pude suponer que Gema esta debastada con dicho suceso.
Ya le daré el pesame cuando la vea.

- Hola?

Escucho la voz de Josh al otro lado de la linea.

- Josh lamento molestarte pero necesito que le digas a Gema que ya trasferi el dinero a la cuenta de la empresa.

- Si, si yo le digo - lo escucho algo ronco y adormilado.

- Perdón, te llame en un mal momento?

- No, solo me despertaste.

- Bien pues no te molesto mas, ten un buen día.

- Claro hermano.

Cuelgo la llamada con una sonrisa en la cara.

Joshua.

Recien me levanto despues de la llamada de Aidan y ya tengo la imagen de la pelinegra estampada en la cabeza.

Me dirijo al baño, para tomar una ducha y demás.

Tomo una de mis trajes y me visto ancioso.

Bajo al comedor para que las empleadas me sirvan el desayuno y vaya sorpresa, quien cocina no es una empleada, es nada menos que T/n, quien lleva una toalla tapando su exquisita desnudes enrollada en su cuerpo y su cabello naturalmente ondulado.

Al perecer y dejándome guiar por el olor esta preparando panqueques con tocino.

Aun no se da cuenta de mi presencia, camino hacia ella abrazandola por detras y pega un pequeño brinco al sentir mis brazos.

- Josh, me asustaste, crei que despertarias mas tarde.

Repego mi erección en su trasero cubierto por la toalla, mientras le apartó el cabello para besar su cuello.

- Siempre despierto temprano - suelto en un casi susurro para despues morder el lóbulo de su oreja, mientras introduzco la mano dentro de su toalla tentando sus pliegues, su piel se eriza con la baja temperatura de mi tacto.

- Josh, estas distrayendome y los panqueques se van a quemar. - dice jadeante.

Introduzco mis dedos un poco mas tocando su clítoris ya humedo e hinchado.

- Josh, es enserio, no tendremos que desayunar después. - me regaña mientras su cuerpo la contradice abriendo un poco las piernas dadome mas acceso.

-Esta bien, esta bien. - saco mi mano de su feminidad llevandome los dedos a la boca succionando su delicioso néctar - estas deliciosa.

- Solo siéntate para poder servirte porfavor. - dice con voz timida.

Le doy una mordida suave a su cuello y me siento en una de las sillas a la cabeza del comedor.

Coloca un plato con tres panqueques empalmados con un poco de miel sobre ellos y algunas tiras de tocino frito al lado, tomo los cubiertos y me llevo un trozo de panqueque a la boca mientras la observo servir jugo de naranja en un vaso, y talvez es porque solo lleva una toalla enredada o no se que sea, pero se ve tan jodidamente sexy haciendo algo tan simple como servirme jugo.

Hasta Que El Amor Nos Separe.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora