2

87 7 0
                                    

Querido lector.

Está tarde, estaba de compras por el centro comercial paseaba por ahí y dé repente me vi invadido de un montón de parejas, de todo tipo. No pude evitar sentirme un poco solo, no es que ansiara por una pareja, pero si quería sentirme amado. Una pareja de ancianos llamo mi atención, desprendía una sensación tan cálida, incluso podía ver salir una luz de ellos, pensé que eso era amor, estaba curioso como es que habían logrado conservar esa luz como si se tratara de sus primeros días de pareja. ¿Cuál era clave para mantener un amor así? No me pidan respuesta, puesto que aún no se.

Y el protagonista de esta historia estaba lejos de saberla también.

¿Quieren saber si logro ver a Park Jimin? La respuesta es si, no una si no varias incluso salían de vez en cuando a pasar el rato, no se ilusionen que nunca salieron solos, mas bien salían cada vez que Namjoon los invitaba a pasar el rato con sus amigos y Jeon Jungkook estaba agradecido por ello, ya que la sola idea de estar solo con Park Jimin le ponía los pelos de punta.

Te explicaré. Park era apuesto, inteligente, curioso, atrayente y un montón de cosas más que lo convertían en alguien que sobresalía entre la gente y por lo que había observado Jungkook, Jimin no parecía darse cuenta del efecto que causaba en las personas y tenia miedo que lo hiciera.

Esta noche habían salido con unos amigos, se había topado con Namjoon y termino con un montón de personas que no conocía a excepción de su amigo y Jimin.

-¿Te gusto el helado kooki?

Jungkook, bueno el estaba en el quinto mundo de Park Jimin.

-Si me gusta.

Un silencio incomodo lo trajo de nuevo a la realidad.
.
.
.

-No sabía que tirabas para ese lado.

Yo tampoco.

-¿Es muy obvio?-Nam asintió.

Jungkook quería que la tierra de lo tragara, 3 meses habían pasado desde que conoció a Park Jimin, quería ser "normal", que le gustaran las chicas eso era lo correcto, lo que la sociedad veía como bueno. Sin embargo entre más intentaba negar el hecho que de verdad le gustaba un hombre, más y más quería estar cerca de él.

-¿Por qué no le dices? Creo que le interesas, no se de que forma pero...

-¿Cómo podría? Tengo miedo, ni siquiera se si le gusten los chicos, ¿qué haré si me rechaza? Si todo el mundo se entera yo... ¿qué pensaran mis amigos y mi familia si saben que me gusta un hombre?

-Eso que importa, ¿piensas vivir toda tu vida a expensas de lo que los demás digan? Que desperdicio.

No era eso, el problema iba más halla de solo ser aceptado, el mundo daba miedo pero se volvía más temeroso al no estar seguro de lo eres, como una pieza de rompecabezas que no encajaba.

El problema empezó ahí, al ser consiente que quería estar con él incluso si aún no sabía qué pertenecía a ese rompecabezas.

Estaba cansado de seguir negando algo que ya no estaba en sus manos.
.
.
.

Con todo el valor del mundo que pudo reunir, salió de su casa para encontrarse con la persona que más le había confundido en su vida, esa persona que con una mirada lograba sentirla en todo el cuerpo, aún que no lo tocará.

Iría a ese estudio de baile y diría que lo quiere, que no le importaba lo que los demás dijeran. Ahora lo que mas anhelaba era estar con él.

Cuando vio a Jimin salir del lugar, apretó los puños, quiso gritar pero su voz no salía, espero que por alguna razón Jimin volteara y lo viera.

Retrospectiva. Kookmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora