Retrospectiva. Kookmin

7

«-El corazón de las personas es como un pozo muy profundo. Nadie sabe lo que hay en el fondo. Sólo podemos imaginar nos lo mirando la forma de las cosas que, de vez en cuando, suben a la superficie ».

- Haruki Murakami

Querido lector.

Fue una noche antes de navidad, Park Jimin había invitado a su pareja por primera vez en años a la gran fiesta que se festejaba cada año en su empresa, la repentina invitación que le había hecho a Jungkook no sabía de donde había venido o porque no lo había hecho antes.

—¿No crees que es demasiado? Es muy elegante. — decía Jungkook mientras se miraba por es espejo.

—Se te ve perfecto, casi no te pones traje. Es como estar en un sueño.

Si, pero me siento incómodo.

Jeon miro a Jimin de pies a cabeza y sonrió de lado.

—El tuyo es muy entallado ¿no crees?.

—¿Eso piensas? — Jimin se paro, se estiró, para un lado, luego el otro y al final a abajo. — Si, creo que lo es.

Se acercó a Jungkook y pasó sus brazos por arriba de su cuello.

—¿Me estas provocando?

—Un poco, si.— dijo con voz suave.

—Ayer, ni siquiera me hablabas. — tomo sus muñecas y lo aparto.

Cuando Park Jimin estaba estresado, molesto, triste o sólo tenía cualquier cosa con la que no se sentía cómodo, su humor era terrible y uno tenía que adivinar que es lo que pasaba porque él nunca lo decía, solo de alguna manera pensaba que las personas ya tenían que saberlo.

—Perdón, es que no estaba preparado Kookie~, me encargaron el discurso para festejar nuestra unión con una empresa grande. ¡Me lo dijeron un día antes! y sabes... me choca hacer las cosas a la mera hora.

Aja ¿entonces simpre tengo que estar dispuesto a tus humores?

—Lo sé y  estás arrastrándome a ir a tu fiesta.

—¿Tanto te molesta? — inquirió Jimin, preocupado y un poco triste. Aun que mentiría si digera que Park no sabía la razón de la molestia de Jeon Jungkook y solo diré que había sido simplemente egoísta. — Es importante.

En 9 años que Jungkook había pasado junto a su chico lindo, se dio cuenta de algo y era que jamas podría decirle que no a algo él pidiera. Es su punto débil y eso era aterrador.

Nuestros protagonistas partieron hacia la fiesta en un silencio incómodo, repleto de nervios por motivos diferentes.

Jungkook se sentía pequeño, rodeado de gente bien acomodada, elegante y refinada, un mundo al que sabía, no pertenecía.

Jimin era como un pez en el agua, se mezclaba y se movía, él era parte de esto.

—¡Park! — gritó un tipo bien parecido, de alta estatura. Se acercó a ellos alegre casi saltando, se podía distinguir que era extranjero. —Oh, vienes acompañado.— desvío la vista hasta topar con los ojos negros de Jungkook. Y Jimin le abrazo de inmediato, acomodando su saco después del acto.