Capitulo 1 Primera Parte

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Hace un calor de desierto en pleno verano, pero la Increíble Volteretista ni lo nota y escucha muy bajito los aplausos de la grada del estadio olímpico: un pabellón enorme de seis alturas y con sitio para un millón de espectadores, todos al tiempo gritando su nombre--<<¡¡O-lim-pia, O-lim-pia, O-lim-pia!!>>--, mientras se coloca en una esquina del tapiz con las mazas en la mano...
<<No, las mazas no, mejor la cinta...>>
En una esquina del tapiz con la cinta en la mano y...

<<¿O el aro?... No. La cinta, definitivamente>>.
Eso. En una esquina del tapiz con la cinta en la mano, y poco a poco todo el mundo se va callando por que el futuro del a gimnasia rítmica esta en juego. Van a vivir un acontecimiento unico. Tremebundo. Impresionante. Empieza a sonar la musica y la Increíble Volteretista mira hacia abajo y se fija en las punteras...

Olimpia se freno de golpe y salio de su fantasía justo antes de cruzar la calle, cerca del nuevo polideportivo. Había preparado la mochila en un minuto por que no quería llegar tarde al entrenamiento, habia bajado de dos en dos los escalones de el sexto piso mata el portal y había echado a correr para coger el autobus, que, por cierto, había perdido, así que le tocaba seguir corriendo. Y ahora de pronto tenia una duda. El maillot lo había guardado en la mochila seguro, y lo mismo los calentadores de lana negros con un hilo dorado que le había echo su madre para su primer día en el club nuevo de gimnasia ritmica. Pero ¿habia guardado las punteras ? Se arrodillo en el suelo y abrió la mochila delante de ella. Maillot:si. Calentador:si. Punteras:...Aquí. Vamos.

Era el mes de septiembre, justo a la vuelta de las vacaciones después de un verano largo, porque hacia un monton que la entrenadora no les daba dos meses enteritos libres. Algo así era impensable en un deporte como la gimnasia ritmica, pero es que ese era el tiempo que habian necesitado para que terminasen de construir el polideportivo el IVEF, el Instituto Vasco de Educación Física. Se suponía que era una instalación exclusiva para los estudiantes de Educación Fisica, pero una de las responsables del club era profesora allí y había logradoeter a todos sus gimnastas. A cambio, el equipo llevaría el nombre de <<Club IBEF de Victoria>> y entrenaria por las tardes, que era cuando no había clase.

PUNTERAS NEGRASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora