Rutina de Fin de Semana

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Las calles de Monstadt estaban tan vacías como lo podían estar en una noche de lluvia cómo ésta.
Aunque se aproximaban las 2 de la mañana, cantinas yacían abiertas para las personas que desearan pasar a librarse de sus problemas, o que solo buscaban algo de diversión, y Venti solo quería divertirse.

3 en punto fue cuando las puertas de la catedral sonaron suficientemente alto para oírlo por la sala, pero suficientemente bajo para ser puertas tan enormes.

Barbara, quien en uno de sus viajes al baño lo escuchó, rápida, pero sigilosamente se dirigió hacia la entrada de aquella catedral para poder confirmar sus sospechas; en efecto, aquel bardo irreverente se había metido en el lugar, y por mas que quisiera no podría darse el lujo de decir que era la primera vez, pasaba cada cierto tiempo, y  suerte tenía Venti de que sea Bárbara quien lo haya oído, porque aunque lejos de sus planes, tambien había sido atrapado por otras monjas antes.

Pelo, ropa, piel, todo tenía olor a vino, ¡Bárbara incluso se preguntaba cómo es que olía tanto!
Vio los pasos del bardo pesados, apunto de tropezarse, y sin dudarlo un segundo socorrió a los brazos del hombre.

Por Barbatos... ¡Mira como vienes...!
Lo regañó pasando los brazos de Venti por sobre sus hombros para cargarlo hasta el baño.

Oh~ mi bella, ¡bella! Bárbara, tan dulce como siempre~
Alagó mientras olía el dulce perfume que aún permanecía en el cuello de la hermana.

Lo llevo directo a darse a acearse al baño de su cuarto. Al entrar, Venti jadeó en sorpresa.
¿Así que está es su habitación, hermana?
Preguntó vacilante, había estado ahí por lo menos 5 veces, por lo que Barbara solo lo tomo como algo retórico.

Cuando llegaron, sentó a un bardo borracho sobre un banquito y comenzó a desvestirlo.
Permiso...
Primero la capa, luego los zapatos, corset, y así hasta destrenzarle el cabello.
Ya se había acostumbrado a esta pequeña rutina de fin de semana.

Una vez que el hombre estaba complemente desnudo lo metió a la bañera.
Había reglas estrictas acerca de no estar con alguien desnudo, mucho menos hombre y mujer, pero este joven decía ser Barbatos... Y en realidad Bárbara no le creía ni la más mínima palabra, pero podia sentir su devoción hacia el dios Anemo, quizás ésto no me molestaría tanto.

Se arremangó las mangas de la bata que cubría su pijama, y comenzó a enjabonar su pelo, usualmente era capaz de aunque sea, hacer eso él mismo, pero hoy sin dudas se había excedido de alcohol.

Una vez lo saco del baño envuelto en una toalla, le prestó un camisón suyo, no tuvo problema alguno en usarlo.
Levantó las sábanas dándole la iniciativa a Venti de que podría acostarse, y él hizo caso, se recostó y Bárbara fue a apagar las velas, ahora lo único que iluminaba era la fuerte luz que la luna ofrecía luego de la tormenta.

Barbie...~ tu cama es incómoda...
Se quejó mientras le hacía un lugar a la chica.
Se removió un poco sobre el colchón, hasta que pudo encontrar la posición indicada.
Pero tu pecho no... Heh...~
Solo una risilla  sobre, en efecto, el pecho de Bárbara, que era cálido, suave, y sinceramente mucho mejor que compartir una sola almohada.

La mujer pasó su brazo sobre la espalda del bardo, y gracias al sueño, y todo el esfuerzo a esa hora, más temprano que tarde, terminaron quedándose totalmente dormidos.






♢♤♡♧

Amo el hecho de que busqué ff de Venti x Bárbara, pero por algún motivo la mayoría son de cosas sexuales super bestias, yo solo quiero mimos tranquilos 😔

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⏰ Última actualización: Mar 03, 2021 ⏰

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