Siempre

Parte 22

Punto de vista Kara

De momento no sabían nada de Antimonitor.

Había pasado la mañana en metropolis. Ahora estaba volando hacia Gotham, Kate le había llamado el día anterior, se unía a la batalla, pero necesitaba ayuda para cargar sus cosas.

Kara notaba el Mal de Kandor avanzando. Tenía que intentar no forzarse.

Llegó a la mansión Wayne. Y Kate estaba esperándola en la puerta.

- Creí que no venias - Kate la recibió con un abrazo - ¿Hay señales de Antimonitor?

- De momento nada - Abrazo fuerte a Kate, desde que se conocieron habían forjado una buena amistad.

Había un tráiler en el camino. Kara lo señaló extrañada.

- Moto, traje, traje de repuesto, armas y herramientas, no gran cosa - Restó importancia Kate.

- Casi podrías haber trasladado la womancueva entera - ironizó bromeando Kara golpeándole con el codo.

- Batcueva

- Eso batcueva, perdón - sonrió con una mueca Kara

- Vámonos, no nos sobra el tiempo - camino hacia la cabina del tráiler - Salvemos la tierra.

Punto de vista Lena.

Las pruebas habían empezado, todos lo estaban dando todo, estaban nerviosos, Killer Frost, estaba con ellos en el centro de mando, mejoraba poco a poco.

Brainie le había devuelto el cryptex, y la nota, no había detectado nada.

De vez en cuando miraba el reloj, ¿Donde estaría Kara, como podían tardar tanto? Cuando las pruebas de velocidad se dieron por concluidas pasaron a las de reflejos en la sala de entrenamiento inteligente. Lena les abandonó, y fue al laboratorio, desde ayer por la tarde estaba dando vueltas a una idea, y necesitaba soledad.

No se fijó en que Felicity le seguía.

Cuando llegó al laboratorio, escribió ideas en la pizarra. Volvió a mirar al reloj una vez más.

- Seguro que está bien - Felicity se descubrió.

Lena la miró entre sorprendida e incomprensión.

- Esa sensación, ese miedo, esa sensación de impotencia, el desconocimiento de saber si esta bien - camino y se sentó en uno de los taburetes, de una de las amplias mesas de trabajo.

- Cuando amas al héroe amas mas aún a quien se pone y se quita el traje - hizo comillas en lo último - a si que sabes la identidad de Supergirl - Lena le mandó una mirada de desconfianza - Kara

- Fui la última que se enteró al parecer - se lamentó Lena

- Lo sé por Oliver - Lena se acercó, no solia abrirse a desconocidos, pero necesitaba hablar con alguien, y no quería molestar a sus amigas metropolitanas con esto y ambas estaban enamoradas de heroes - ¿Puedo saber cómo te enteraste? - Lena le contó todo, lo de Lex, lo de la memoria, todo, solo explotó, cuando acabó Felicity estaba boquiabierta - ¿No te diste cuenta de quién era, o tu corazón se negaba a aceptar que la Kara, la humilde, torpe y honesta Kara fuese Supergirl, aquella con quien jamás, según tu, podrías tener algo por la carga de tu apellido?.

- Si lo pienso ahora, es posible, incluso una vez creí que ella me llevaba en volandas, por un veneno que me afectó, y ahora se que no fue una alucinación - Una Lena pensativa se atormentaba.

- Al margen de lo de la memoria, hay una cosa que no entiendo, bueno si, pero me paso, y a veces tienes que decirlo en alto para asumirlo, ¿Porque has perdonado al resto y a Kara no?

Lena cerró los ojos para evitar derramar lágrimas.

- Porque quizas puedes perdonar a cualquiera pero a quien amas no.

- E imagino que ella no sabe nada de tus sentimientos, te enfadaste y en un arrebato de rabia tomaste una decisión que aún te hace mas daño. Que te olvidara, creyendo que lejos de ella estarías mejor, pero, duele más - Lena no entendía como podía comprenderla tanto - Lo vivi. - Felicity se encogió de hombros - No lo de la memoria, si lo de alejarse, pero intuyo que eso que no te permite concentrarte y por lo que de vez en cuando te veo distraída es porque si Kara te recuerda le pasara algo muy malo ¿no?

Lena rompió a llorar asintiendo acabando por ocultar su cabeza entre sus manos, se llevó la mano al collar que Kara le regaló y le encantaba rozarlo para sentirla cerca de ella, pero recordó que se lo dio, malditos arrebatos de Luthor.

Felicity se acercó para consolarla, y animarla, mientras posaba una mano en su hombro para no invadir su espacio, desvió la mirada, encontrando la pizarra, puso una cara de sorpresa y alucinación. Palideciendo.