"Soñar Es Gratis" [EN PROCESO]

Capítulo 2

Hoy había quedado con Liam después de clase.
Por primera vez, estaba nerviosa.
No sabía que hacer.
El simple hecho de haberle dado tantas vueltas a lo nuestro, hacía que estuviera incómoda con él.
Antes, estaba enamorada de él y no lo pensaba a cada rato, pero ahora si y era frustrante saber que no teníamos ninguna posibilidad.

Supongo que al ser más pequeña, no sabía lo que era estar enamorada pues Liam y yo llevábamos más de cinco años de amistad y nunca me había parado a pensar el riesgo que implicaba estar enamorada de mi mejor amigo.

Alguien llamó a mi puerta y sabía perfectamente de quién se trataba.
Holii.- dijo Liam con su sonrisita tierna.
Hola, bebé.- le dije.
Se adentró en la casa y dejó su chaqueta en mi sofá. Cuando se giró, la toqué y aprecié su aroma, intentando ser lo más discreta posible.
¿¡Pero qué me pasaba?!
Me sentía una completa psicópata oliendo la chaqueta de Liam pero bueno, le echaré la culpa a las hormonas, ya que a mis dieciséis años es una excusa bastante buena.
Él se volvió y me miró cariñoso.
¿Hacemos los deberes o qué?- dijo sin rodeos.
Jolín, odio hacer deberes.- dije cabizbaja.
Entonces... ¿Qué quieres hacer?- dijo pícaro.
No sé.- lo miré y aparté la vista rápidamente.
Hablemos de Hugo, es muy guapo, ¿no te parece?- empezó Liam.
Y a esto es a lo que no quería llegar, Liam me miraba de esa manera; y luego empezaba a hablar de chicos estúpidos.
Mientras yo me imaginaba cosas con Liam, él me hablaba del maldito Hugo, siempre era Hugo, todo era Hugo. Liam no hacía más que hablarme de él.
Odiaba a ese muchacho, sin embargo, Liam llevaba tres años pillado por él.
Y a mí ya me aburría, por el simple hecho de que a veces mi mejor amigo solo pensaba en él.
Imaginad lo duro que es estar con la persona que te encanta y que esté hablándote de otro. Es una sensación horrible, no os la recomiendo.

Como Liam llevaba dos horas hablándome de chicos babosos, le dije que se fuera porque ya era muy tarde.
¿¡Me estás echando?!- gritó.
No, Liam. Pero es que ya es muy tarde, tengo tarea y no me apetece seguir hablando.- dije. Tal vez, lo último había sobrado, pero ya era demasiado tarde.
Está bien Lydia, nos vemos mañana.- dijo apenado.
Adiós, bebé.- dije sin ganas.

Liam era muy sensible, algo que me molestaba pero a la vez me encantaba.
Siempre le he dicho que era un bebé de los pies a la cabeza.
Por eso le llamo así, aparte de que me parece súper tierno.

Ese día me fui a la cama muy temprano pensando en Liam.
Podría pasarme horas hablando de él y jamás me cansaría. Es simplemente perfecto para mí, sin contar el detalle de su orientación sexual.