Capítulo 1

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Óscar me llama mínimo cuatro veces al día. Para "checarme", no sé si es que quiere cuidarme o quiere tenerme controlada. Yo le tiro más a la segunda opción, pero Vanessa, mi mejor amiga, dice que exagero un poco y quiere que lo sienta. Lo siento, de verdad, cuatro llamadas al día se sienten en serio. Me quitan el tiempo. En realidad no sé por qué acepté ser su novia.

-He pensado y creo que lo voy a terminar.

-¡¿Por qué?!- Vanessa me mira sorprendida. -Es lindo, quiere estar al pendiente.

-Vanessa, me llama todo el tiempo, aunque nos acabemos de ver. Es un poco... desesperante.

-¿No querías tener un novio Alexa?

-¡No!- Vaya, hasta yo me sorprendo de esa respuesta. Después del desastre de Andrés necesitaba un poco de cariño.

-Es decir sí, pero no alguien que me controle todo el tiempo. ¡Parece mi papá!

-¿Ya hablaste con él?

-Le pregunté la razón de que me hablara todo el tiempo y me dijo que si me molestaba, le dije que no pero que era un poco incómodo.

-Y... ¿Qué te dijo?

-Me dijo "Ah, no te preocupes nena, te vas a acostumbrar. Como no has tenido un buen novio, no sabes cómo es esto".- La miro esperando que me dé la razón, pero solo se ríe a carcajadas y me hace reír también.

-¡No lo puedo creer!- Golpea la mesa con sus manos y sus mejillas comienzan a ponerse rojas.

-¡No te rías! ¡Ayúdame!- Le aviento una cáscara de mandarina.

-Amiga, no puedo creer que tu novio sea un egocéntrico.- Se limpia las lágrimas y toma sus cosas. -Tengo conferencia, pero, ¿te veo cuando salgas?

-Sí.- Digo con resignación. Me da un beso en la frente y se va.

Vanessa es mi mejor amiga de la vida adulta. Es una chica preciosa, odia admitirlo y odia que se lo diga, pero es la típica rubia, alta, de ojos claros. Pero lo que la hace de verdad hermosa es que es una gran persona. Su familia tiene uno de los despachos de abogados más prestigiosos del país. Su habilidad de persuasión viene de familia, así que es grandiosa para convencer a las personas de cualquier cosa.

Todos piensan que estudiar gastronomía es aprender a cocinar. Ya estoy harta de los comentarios de mi familia "¿Sí pasaste Pozole I?" Si supieran que casi todo lo que hago es aprender de administración. Yo quería seguir trabajando en el restaurante de un amigo de la familia para seguir aprendiendo, pero mis papás querían que estudiara una licenciatura para evitar comentarios en contra de mi "avanzada" edad y no haber hecho una carrera. Además sé que se esfuerzan para que yo pueda estudiar en esta universidad. No somos personas que viven al día con el dinero, pero tampoco somos de la clase socioeconómica común en esta universidad y aunque tengo una beca, la colegiatura no es nada barata y tengo que aprovecharlo al máximo sin que me importen esos comentarios tontos.

Siempre espero a que llegue la hora de mis clases de cocina justo en frente del edificio de cocinas porque es el momento en el que siento que todo esto vale la pena, cocinar es mi pasión. Además así puedo ver el momento en que llegan lo Chefs y no se me hace tarde.

Saco mi receta de hoy y la empiezo a revisar, en eso llega Paulina, mi mejor amiga de la carrera.

-Hola linda, ¿cómo estás?

-Hola Pau, súper gracias, ¿tú?

-Igual, ¿de casualidad traes otra copia de la receta de hoy?- Sonríe con una cara tan tierna que no puedo negarme. Siempre olvida sus cosas y termino prestándole las mías.

A fuego lento...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora