𝙄 𝙟𝙪𝙨𝙩 𝙬𝙖𝙣𝙩 𝙩𝙤 𝙗𝙚 𝙩𝙝𝙚 𝙤𝙣𝙚 𝙮𝙤𝙪 𝙡𝙤𝙫𝙚 ONESHOT USAMEX

Parte unica

Canada sonrío exasperado ante la ineptitud de su hermano, mientras el estadounidense no tenía ni idea de que hizo mal respecto a su amor, anteriormente conocido como "Nueva España" hoy conocido como "México"

-¿Eres imbecil? Obviamente te iba a golpear por recordarle que Texas se convirtió en un estado más de tu país. ¡Uno que consume Taco Bell! Sabes que el odia esos temas-
Canadá estallo diciendo esto, odia ver que su hermano está idiotizado por el mexicano y que solo lo lastime.
-No es my fult que no sepa ver una crítica constructiva. Solo dije que sus hijos se veían mucho mejor con una potencia primermundista que con un saltamuros del tercer mundo, ¡yo no dije nada malo!-
El americano se encogió de hombros, mientras pensaba en la cara que tenía el mexicano mientras le decía esto, era una de coraje pero también había decepción, había tristeza y melancolía.

-Creo que si lo arruine con él-

-Hey USA, en lo personal siento que deberías disculparte con el, fue bastante fuerte lo que le dijiste, ¡incluso te golpeo! Sabes que el nunca te responde a los ataques, y mucho menos te golpea- Canada dijo con una mueca – Creo que deberías dejar esta estúpida estrategia, solo consigues que el te odie

El estadounidense trago saliva con los ojos cristalizados, jamás lo había pensado así, solo quería que el mexicano lo notara.

-De todas formas, el siempre esta con el ruso bebedor de vodka, siempre lo mira con cariño. Incluso a ti te quiere desde que eras Acadia, a mi no me quiso ni siendo trece colonias-

El canadiense resoplo con desinterés mientras caminaba hacia la puerta.

-A mi me quiere por que siempre nos hemos llevado con amabilidad. Eso y por que nuestros presidentes tuvieron una relación a escondidas hace un tiempo ((Peña y Trudeau xd)), deja de hacer gimnasias mentales. Sabes que Mexique siempre te ha querido. Que tu seas un imbécil al respecto no es su problema.-

El amante del maple procedió a retirarse, dejando a un rubio sonrosado sintiendo como lagrimas resbalaban de sus mejillas.

-Debo ir a disculparme-

En el coche negro del americano sonaba la radio, este no le prestaba mucha atención, sin embargo cada tanto le echaba miraditas a los chocolates y a los tacos que había comprado para mexico.

¿Por qué le gustan tanto esos tacos? Son blandos y sudorosos, ni siquiera tienen queso y tienen demasiada grasa. Pero no le puedo llevar Taco Bell de nuevo, me lo aventara a la cara.

El americano llego a una casa color naranja con blanco, con muchas plantitas por fuera y un platito de metal que rezaba "Paco" lleno de agua.

Con el rostro sudoroso camino hacia el porche de esa casa tan hogareña. Preparándose para lo peor, toco el timbre.
Le abrió una chica pequeña con rosa y blanco, Ciudad de Mexico.

-Buenas, ¿en que lo puedo ayudar hoy señor Estados Unidos? Mi padre no se encuentra por el momento- dijo con frialdad y hostilidad la chica, mirándolo despectivamente.

-Crei que mi jefe estaba encerrado en su habitación- Replico un chico bicolor de azul y amarillo, Jalisco

-Callate pendejo, no quiero que la gorda se entere-

-Te estoy listening darling, ¿puedo pasar a verlo? Traje dos ordenes de tacos al pastor-

-Hubieras empezado por ahí, denos una orden y puede pasar a darle la otra a mi gefecito- La chica extendió la mano sonriendo.

-Sure-

-El cuarto de papá esta en el segundo piso, al fondo a la izquierda- comento el Jalisciense quitándole los tacos a su hermana- AGRADECIDO CON EL DE ARRIBA, ESTO NO ES TACO BELL