Headphones ||JaeSahi||

🎧; 01

Jaehyuk se encontraba felizmente tumbado sobre su cama mientras su cabeza se movía de izquierda a derecha al pegajoso ritmo de ''1 to 10'' de Day6, tarareando la melodía de vez en cuando sin poder evitarlo.

De un momento a otro y sumado a que el volumen de la música no estaba tan alto, un estruendo lo suficientemente fuerte como para provocar que diera un brinco sobre su sitio lo hace literalmente caerse de la cama, observando con sus ojos abiertos de par en par a la persona que ocasionó aquel incidente.

Haruto estaba parado en la entrada de su habitación con cara de póker mientras una de sus manos estaba posada sobre el pomo de la puerta, revelando así que el japonés había entrado de tal forma que incluso el pomo golpeó contra la pared, provocando un alboroto innecesario.

—¿¡Qué crees que haces?!

—No escuchaba nada de ruido así que quise asegurarme de que no estuvieras haciendo cosas que no están escritas en la biblia—Jaehyuk observó desentendido al menor. Pasados unos segundos, sus ojos entrecerrados fueron reemplazados por una expresión exageradamente resentida.

—¡N-no me estaba tocando!

—Eso no lo sé, te caíste del otro lado de la cama y no puedo verte ¡levántate los pantalones pervertido!

El coreano se pone de pie y Haruto finalmente deja de señalarlo con su dedo, volviendo a su posición inicial la cual no había cambiado mucho en realidad.

Jaehyuk notó que los audífonos se habían desconectado de su teléfono en el momento que se cayó y, por ende, la música no había dejado de reproducirse. Jeongwoo, quien justo se adentraba a la habitación, abrió sus ojos de tal forma que destellos parecieron salir de estos, apresurándose a tomar las manos de Haruto entre las suyas mientras lo miraba con emoción.

—¡Bebé! ¡Es nuestra canción!—aquello, sin dudas, fue lo que hizo que en el rostro neutral del japonés ahora estuviese dibujada una ligerísima sonrisa (efecto Jeongwoo) mientras el coreano zarandeaba de un lado a otro sus manos conectadas, dejándose hacer—Babe from oneee tooo teeen~

Mientras que aquel dúo parecía estar rodeado de brillitos y arcoíris, Jaehyuk, por otro lado, solo podía centrarse única y exclusivamente en observar la pantalla de su celular con pánico.

Movió insistentemente el pequeño enchufe de los audífonos con la esperanza de que solo estuviesen mal conectados, sin embargo, no importaba cuanto lo girara sobre su sitio o cuanto estirara el cable para usarlo como si fuera una antena, solo se escuchaba de un lado.

''Es el fin'' pensó.

En otra ocasión si fueran sus propios audífonos no haría tanto drama, simplemente lloraría en silencio y ya está. Pero ahora Jaehyuk no solo quería llorar, sino también estampar sus rodillas contra el suelo y gritar a los cuatro vientos mientras se tironeaba el cabello hasta posiblemente arrancárselo, porque estaba seguro de que aquel dolor no podría compararse con el que posiblemente tendría en el trasero después de que el verdadero dueño de los audífonos se entere de lo que pasó.

Porque esos audífonos no eran suyos, sino de nada más ni nada menos que del mismísimo Hamada Asahi.

Después de haberle insistido literalmente más de diez veces para que se los prestara (porque los suyos también estaban dañados) si el japonés se enteraba de que los rompió por más que le rogara de rodillas este no le tendría piedad, tenía mil pruebas y ninguna duda.

Aunque no era tan grave, ¿verdad? Solo lo atacaría con técnicas que no estaban salidas ni de Karate kid y al final le aplicaría una llave con sus piernas hasta dejarlo inconsciente.

Ah... fue una buena vida.

Al parecer lo afligido que probablemente estaba su rostro en esos momentos es suficiente para hacer que tanto Haruto como Jeongwoo reventaran la burbuja en la que estaban encerrados por unos segundos, acercándose al mayor para verlo con una mezcla de curiosidad e inquietud.

—Hyung, sé que estás solo pero no era nuestra intención hacerte sentir ma--

—Cállate, eso no es lo que me preocupa ahora—dice rápidamente interrumpiendo al japonés—¿Qué puedo hacer si hago enojar a una persona peligrosa?

—Depende, ¿de quién estamos hablando?—pregunta esta vez Jeongwoo.

—Asahi.

Jeongwoo y Haruto guardan silencio y se miran entre sí por unos segundos, volviendo sus rostros hacia Jaehyuk en cámara lenta mientras sus expresiones se tornaban mucho más serias que antes.

—Bueno, Asahi-san es bastante dócil cuando quiere, tal vez no sea tan grave—dice Haruto intentando no mostrarse nervioso.

—Dañé sus audífonos.

Silencio.

Jeongwoo es el primero en ponerse de pie, dando ligeras palmaditas sobre los hombros del mayor antes de retirarse de la habitación sin emitir palabra. Antes de que Haruto pudiese copiar la acción, Jaehyuk se apresura a tomarlo de la muñeca.

—No te atrevas a irte, tienes el 98% de la culpa.

—¿Y yo que hice?

—Cuando abriste la puerta de la nada, probablemente en el momento que me caí los audífonos se tironearon con demasiada fuerza y algún cable interno se cortó. Te harás responsable o te haré responsable, elige.

—La oferta es tentadora pero no quiero morir, gracias—Haruto hace el amago de retirarse, sin embargo, Jaehyuk se apresura a tironear el agarre de su brazo con toda la fuerza que su ser le permite y empuja al japonés sobre la cama, posicionándose sobre este mientras intenta ahorcarlo—¡J-Jeongwoo! ¡Junkyu!

—¡No dejaré que Asahi me rebane en trocitos por tu culpa!

En ese momento, la puerta abierta de la habitación le permitió a Yoshi y Junghwan (quienes justo pasaban por ahí) ver lo todo lo que sucedía hacia los adentros, el mayor de ambos sonrojándose por alguna razón.

—YOSHINORI-SAN TASUKETE

Y antes de que el maknae pudiera voltearse para ver mejor lo que pasaba, el japonés mayor se apresura a cubrirle los ojos y llevárselo rápidamente lejos de ahí, ignorando completamente a Ruto.

—¡Y-yamete kudasai! ¡I-itai desu!

—¡Deja de gritar frases salidas de un hentai! ¡Van a pensar que estoy haciéndote algo!—Haruto deja de exagerar sus expresiones por un momento para mirar con obviedad al mayor.

—Para tu información yo sería el de arriba.

—¡¡Cállate y hazte cargo de los auriculares de Asahi!!

—NUNCA

Y antes de que se dieran cuenta, una nueva presencia se instaló dentro de la habitación, haciendo que tanto Jaehyuk como Haruto se quedaran estáticos sobre sus lugares mientras comenzaban a sudar en frío.

—¿Qué están haciendo?

Maldita sea.