3-. "Acciones"

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Habían pasado solo un par de días, y quién se encontraba espiando al otro ahora era Death Mask.

Afrodita había decidido no ignorarlo, si no, abofetearlo con guante blanco.

Le sonreía alegre y no lo ahuyentaba cuando lo descubría espiandolo. Eso hacia que el de cáncer solo se avergonzara más de su mismo.

No conforme con eso, se dió cuenta de que sin el de Piscis estaba solo, y no tenía con quién hablar pese a las almas de su templo que no le escuchaban realmente.

—No, ¿Que estás haciendo?— El peliazul se encontraba frente a un discípulo con la mano en la cintura y el seño fruncido, intentando corregir su débil ataque.

Death Mask se encaminó hasta donde Afrodita, sin importarle  interrumpir.

—Afrodita, yo..— El discípulo del dorado detuvo su ataque al ver al de cáncer, por lo que Afrodita frunció el seño.

—Estorbas, espera por allí.— Sin mirarlo, señaló una columna derrumbada, indicándole que le esperara ahí.

El moreno se encaminó ahi y se sentó, obedeciendo.

—¿Por qué me tratas...?— Intento hablar, pero nuevamente fue cortado.

—¿Mal?— Elevó las cejas y se giró a mirarle. —Callate, idiota.— Finalizo el peliceleste regresando la vista al joven que por fin, había logrado destruir al fandoche de un ataque.

El italiano se sonrojo hasta las orejas de molestia, decidió no apelar, seguro su -dolorosamente- ex amante tendría algo peor para decir.

Está vez, Afrodita si estaba molesto, esa mañana por alguna razón Shura intento hablar con el, acerca de su repentino alejamiento con el de Cáncer.

Hizo un gesto al muchacho frente a el para que se fuera y se encaminó hasta Death Mask a paso lento pero firme.

—¿Esperabas que hoy te sonriera como si nada? ¡Quiero desfigurarte la cara con mis manos!— Afrodita por fin explotó en contra del moreno, apretando y estirando fuerte sus mejillas.

—¡Basta, basta, basta!— Con dificultad, el morocho pudo lograr que el hermoso hombre frente a el le soltara.

En cuanto él de ojos celestes le soltó, los brazos del italiano que aún yacía sentado rodearon la cintura del de Piscis, haciendo a este estremecer.

—Idiota, van a vernos...— Hablo bajo y miro al rededor, a la mayoría de sus compañeros de armas ahí con sus discípulos, tal parecía que nadie lo notaba, o que lo ignoraban.

Death Mask lo soltó y se levantó de su asiento quedando frente al de labios rosados naturalmente.

—No iré casa por casa diciéndoles a todos que me rechina la reversa, Dita.— Aclaró quien era un poco más alto y le tomo de la barbilla para besarle.

El corazón del caballero de piscis se detuvo al escuchar las palabras del contrario, y volvió a latir con mucha fuerza cuando le beso allí, enfrente de todos.

—¡Que asco me dan!— Milo de escorpio grito, casi haciendo resonar todo el santuario, soltando después una carcajada simpática.

—Calla, Milo. — Susurro Camus mirándole un tanto mal.

Quizás Afrodita creía que desde ese momento todo estaría bien, pero se equivocaba, no era más que el principio de todo aquello que le haría desear volver a ser un secreto.

"Bajo la armadura" (Afrodita x Death Mask)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora