¿Quién es Sincero?

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Al final, gracias a la disculpa de Mabel, acepté la invitación a aquél viaje. Debíamos irnos tres días antes a Las Vegas, para que pudieran preparar los escenarios y establecernos en el hotel. Así que pasaron dos días en los que no me topé con los Gleeful ni con Bill, así que todo estuvo relativamente tranquilo. Pasé ese tiempo únicamente con Pacífica, Gideon, y un poco de Wendy. De hecho, ese día teníamos un plan.

-Pacífica, esto no va a funcionar -decía Gideon, negando con la cabeza, pero la insistencia de Pacífica era mucha, estaba muy entusiasmada porque se llevará a cabo su plan.

-¡Claro que va a funcionar! Gideon, cuando tengas novia y no sepas por qué, voy a salir de detrás tuyo, y va a darte cuenta de que soy una asombrosa cupido -dijo ella inflando las mejillas y cruzándose de brazos.

Yo me pegué a la puerta, escuchando lo que había afuera. Estuve unos segundos así, hasta que escuché unos pasos. Le hice la señal a los chicos. Los tres corrimos a la mesa, a ponernos en posición.

-Uhm, Wendy, ¿Podrías abrir la puerta? Estamos en una importante hora del té y no podemos interrumpirlo -dijo Pacífica de manera un poco falsa. Pero todo era falso, de hecho, yo fingía servir té, y Pacífica sostenía su taza al revés. El único que parecía cuerdo, sosteniendo correctamente su taza.

-¿Por qué demonios hacen una fiesta de té? No son británicos, ni niños jugando -se quejó Wendy, dirigiéndose a abrir la puerta- ¿Y por qué té? Pacífica ni siquiera toma... -decía Wendy, pero al abrir la puerta, se encontró con esa persona que siempre la hacía sonrojarse. Tragó saliva y se puso roja, pude verlos desde el lugar donde estaba.

Robbie sostenía un lindo y pequeño ramo de rosas negras con brillos plateados.

-Ho-Hola.. -dijo el chico y vio el ramo- te traje esto porque.. Uhm.. no lo sé.. -dijo Robbie un poco tímido. Wendy las tomó con delicadeza y las olfateó, haciéndola soltar una pequeña sonrisa.

-¿Quieres.. hablar afuera? -siguió Robbie. Wendy ni siquiera pensó su respuesta.

-Claro, vayamos -dijo y salió junto con Robbie, yendo a dar una caminata. A través de la ventana, Wendy nos dio las gracias y se fue con Robbie.

-Ahora a encargarnos de la tienda -dijo Gideon, suspirando con pesadez y se dirigió a la tienda. Nosotras lo seguimos como patitos siguiendo a sí madre, y cómo si lo hubieran predicho, entró alguien a la tienda, haciendo sonar esa campanita que indicaba que un cliente había llegado.

Me volteé para ver quien era, logrando encontrarme a Dipper. Él estaba algo serio, y se veía cansado, con unas ojeras algo Grandes bajo sus lindos ojos azules.

O bueno, solo ojos azules.

Solo de pensar aquello me puse roja, haciendo que Dipper soltara una sonrisilla traviesa al verme.

-Justo a quien buscaba -habló el mayor y se acercó a mi, dando dos pequeñas palmaditas sobre mi cabeza como gesto de ternura.

-¿Ya empacaste? -.

-No, aún no -respondí con las mejillas coloradas.

-Partimos en unas horas; así que venía a ver si estabas lista para irnos a la mansión desde ya. Pero no te preocupes, podemos tardar un poco más. Espero que Mabel no se moleste, ¿te acompaño a que hagas la maleta? -pregunta. La información me cayó de golpe; creo que sí tenía prisa.

-¿Tan rápido te las llevas? -pregunta Pacífica haciendo pucheros. Podría jurar que vi los labios de Dipper moverse al ritmo y de la misma forma en los que los de Pacífica lo hicieron, como si supiera exactamente lo que Pacífica diría.