Los novios de Diego Matiego

Capítulo II (pt. 1)

Me encuentro en una situación parecida a la de mi sueño.
Esta vez había mucha más gente, y eso que todavía no entrábamos a la casa.

Horas antes .

Cuauhtémoc y yo salíamos de trabajar, pasaríamos a buscar a Aristoteles y luego iríamos a el departamento de la parejita donde debían estar Carlota, Thiago y Diego.
Pero al llegar solo vimos a los dos primeros dándose cariño en el sofá.
-¿Diego?.
-No está aquí.- Le respondió Carlota totalmente resignada.
-¿Qué?¿Dónde está?- preguntó entre  indignado y preocupado.
-Cuando llegamos el estaba dando vueltas por todo el departamento quejándose de que le avisaron a último momento y que no sabía que ponerse-.
-No entiendo- dije yo esta vez sin poder evitar fruncir el ceño por lo que dijo.
-Un "amigo" lo invitó a una fiesta, y el aceptó la invitación, nos envió la dirección para que cuando ustedes lleguen vayamos todos, el no se quedó a esperar porque el "amigo" lo vino a buscar, por eso estaba tan apresurado.- explicó Thiago, enmarcando demasiado la palabra amigo.
-Osea, nos dejó para ir a una fiesta con un nuevo ligue, bueno no esperaba menos de el- dijo Aristoteles recibiendo malas miradas por parte de todos nosotros.
El teléfono de Carlota sonó dando a entender que tenía una llamada.
-Hablando de Roma...- dijo antes de atender.- si, ya están aquí, si, ya vamos ¿Has bebido? okay, adiós.
-¿Quién es Roma?- y para sorpresa de nadie, esa es una pregunta que solo podría hacerla Thiago.
-Diego dice que vayamos, que la fiesta está cool, sospecho que está borracho  creo que deberíamos ir antes de que haga algo de lo que luego se arrepienta.
-Sin dar más vueltas fuimos hasta el lugar que nos envió el rubio por WhatsApp.

Actualmente.

Bajamos del coche y todos teníamos la misma expresión, la gente estaba totalmente fuera de si, la música explotaba y mientras más nos acercábamos el aroma a alcohol, tabaco y marihuana se sentía más fuerte.

-Le dije a Diego que ya llegamos- cuando termina de decir eso Diego apareció con una ancha sonrisa y se tiró a mis brazos diciendo "Mati, viniste".
-¿Acaso olvidaste que hoy era noche de películas? Además, ve como estás- Temo estaba actuando como una madre otra vez, aunque en esta oportunidad estoy de su lado.
-Temocles, no te enojes- dijo acariciando el cabello de Temo de forma bruta debido al alcohol que adormecida sus sentidos.
Cuando miro un poco más a nuestro alrededor noté que Aristoteles, Carlota y Thiago ya no estaban.
-Entremos- pasé mi brazo por la cintura de Diego para que no pierda el equilibrio, temo buscaba atento a los demás que estaban en el jardín como la mayoría de los invitados.
(...)
Estábamos los seis bailando y hablando, yo intentaba que Diego no tome más alcohol pero siempre aparecía alguno que le invitaba una copa, bastante molestos.
Pero eso no es lo más molesto.
Un chico de tal vez mi misma edad abrazó a Diego por la espalda capturando su pequeña cintura.
-Te me escapaste, Dieguito.
-Fui a recibir a mis amigos, san Bernardo, déjame te los presento.
Uno a uno nos fue presentando con el tal Bernardo.
Thiago y Carlota habían desaparecido con una excusa barata luego de la presentación.
Cada vez sentía más molestia al ver cómo Bernardo se le pegaba Diego quien pasado de copas no parecía darle importancia a ello.
Noto que soy el único al cual le importa cuidar a Diego, López y Córcega estaban de melosos bailando y cantando entre la multitud.
-Diego, vamos a bailar- sin esperar respuesta lo tomo del brazo y lo llevo a la pista con los demás, bailar no es algo que me guste, mucho menos cuando hay tanta gente pero de ninguna manera dejaría que aquel pervertido se siguiera aprovechando de la ebriedad de mi pequeño rubio.
Diego bailaba dando todo de sí, el a diferencia es muy bueno para bailar, puede bailar cualquier tipo de música, pero sobre todo el reggaetón, que es su favorita.
-Necesito ir al baño-
-Ven, es por aquí- me tomó de la mano guiándome, pasando entre todas las personas y luego entramos a la casa y me dejó en la puerta del baño.-¿Quieres que te espere?
-Si, porfavor. dije entrando y cerrando.
Es mejor si alguien te acompaña y espera afuera ya que entonces les puede decir a los que quieran pasar al baño que está ocupado y no entrarán directamente, eso es bastante incomodo.
Al salir veo a Diego mirando las fotos que estaban en la pared, al parecer la familia del anfitrión tiene como costubre tomar una foto familiar anualmente.
La forma en la que sonreía mirándo al anfitrión en ellas me hacía sentir celoso, pues veo que el deseo que se tienen es mutuo.
-¿Vas a pasar tu?- se voltea y negando con la cabeza responde a mi pregunta.
-¿Se conocen hace mucho?-Al entender a quien me refiero pasa a contarme cómo lo conoció.
-Antes de comenzar a contarte necesito que me prometas que no me vas a regañar-.
-No voy a prometer nada- realmente con Diego no sabes que esperar y se que si me dijo eso antes de contarme es porque hizo algo no muy bueno.
-Bueno, estaba muy aburrido porque ese sabado ninguno pudo estar presente en la noche de películas, así que como me sentía solo y aburrido, entré a Grindr y luego de hablar con varios chicos, elegí a Bernardo pues era el único "normal".
-¿A que te refieres con "normal"?- interrumpí.
-Pues, que era el único que no tenía algún fetiche extraño a la hora de tener sexo y esta vez de verdad, porque algunos dicen no tener fetiches pero luego descubre que si los tienen- explicó el con su típica naturalidad para hablar de relaciones sexuales.
-¿Eso quiere decir que has tenido encuentros sexuales con desconocidos a pesar de que puede ser peligroso? Diego, no los conoces, no sabes si estás hablando con un psicópata o si la persona tiene algún tipo de ETS y lo oculta- exploté- te hemos pedido que veas por tu seguridad, pero ahora veo que no te importa, estoy muy decepcionado de ti Diego.
-Mateo ¿qué demonios te sucede? ¿Por qué de repente me tratas así? No entiendo en qué te afecta con quien tengo sexo o con quien salgo, es mi problema, tengo dieciocho años, puedo salir con quien quiera, coger con quien quiera, y hacer lo que me de la gana- cada vez su tono de voz se intensificaba más y yo más me enfadaba con cada palabra que salía de su boca.
-¿Acaso no te das cuenta de que realmente me importas? ¿De qué mi preocupación es sincera? me dijiste que no ibas a seguir buscando "amor" mediante aplicaciones, me lo prometiste y aun así lo has hecho otra vez y ahora también me entero que mantienes relaciones sexuales con personas que no conoces ¿Eres idiota?- pregunte casi afirmando, me sentí acalorado por la discusión así que me alejé unos pasos, con los ojos cerrados y apoyando la espalda en la pared esperé su respuesta.
-En primer lugar, si te lo prometí fue porque no soportaba lo insistente que te pusiste, en segunda y te lo repito, no es de tu incumbencia con quien vaya yo a la cama, y por ultimo, si, soy idiota y este idiota se va-.
-No, Diego espera, no quise- demasiado tarde, ya se perdió entre la multitud.
Marqué su número y dejé mensajes pero al pareces apagó su teléfono o tal vez ya estaba apagado.
Ya rendido marqué a Carlota y en menos de dos minutos los cinco intentábamos hallar a el faltante.
- He actuado como un imbecil-
- Aunque lo que dijiste es algo que apoyo totalmente no estoy de acuerdo con la forma en que lo expresaste, por eso entiendo que Diego haya reaccionado de esa manera, sumando que traía un par de copas de más.
El es mi mejor amigo y lo conozco más que nadie, se que ahora está analizando todo entre enojado y dolido pero luego va a perdonarte y hacer como si nada- temo consolando no es tan bueno como pensé pero no puedo pedir más.
-Es que no quiero que finja, realmente me arrepiento, quiero que lo sepa y que me diga como se siente.
- Deberíamos volver al departamento, ya es muy tarde y no hay caso en seguir aquí, Diego debe haber ido a su casa, es mejor darle su espacio.- Aconsejó Thiago que casi no había hablado.
-Si, primero enviemosle un mensaje diciendo que vamos a estar allí-. Decidió Carlota.