✒𝑸𝒖𝒆𝒓𝒊𝒅𝒐 𝑺𝒐𝒄𝒊𝒐 ┌𝑲𝒐𝒐𝒌𝑴𝒊𝒏┐

𝙶𝚞𝚊𝚗

—Debes estarme jodiendo, Jimin. —Intentaba engañarse a sí mismo el mejor amigo del nombrado.

Ambos rubios estaban sentados platicando en su habitación después de una linda y relajante sesión de manicura, tal cual los roomies que eran. Taehyung no podía creer lo que su mejor amigo estaba diciéndole. Sabía que era un completo descarado, pero ¡¡¡JODER!!! Liarse con un hombre con pareja...no, aún peor, comprometido... ¡¡¡CASADO!!! Y asistir a la boda del mismo.

¿Para qué o por qué?

Simplemente no lo entendía.

—No, le lancé el beso justo cuando entregó el anillo —respondió observando el manicura que su amigo le acababa de hacer—. Ese hombre es mío, Tae. Casado y todo ¡ES MÍO! —Exclamó quizás un poco harto de que su amigo no entendiera lo que era obvio. A él no le interesaba que Jungkook se haya casado con alguien más. No cuando el mismo castaño se lo decía noche tras noche, y en cada momento que pudiese. "Soy tuyo, Jimin".

—Jimin —suspiró frustrado de saber que su amigo sentía algo por aquél hombre, aun si decía y se mentalizaba a que era "solo sexo" (ya que por ahí había iniciado aquella aventura), podía verlo cada que hablaba de él y su mirada se perdía. Cada vez que lo miraba y sus ojos se iluminaban; o como se sonrojaba cuando le escribía cosas lindas —, sé que... Pero esto ya afecta a un tercero.

—¡¡¡Pero él me dijo que lo dejaría en cuanto pudiera!!! —Gritó el pequeño frustrado. No queriendo aceptar de que no era completamente correspondido.

—¿Y tú crees en eso? ­—El silencio se prolongó más de lo debido en aquella habitación solo por aquella oración.

Aquellas palabras dolían demasiado. Pero él quería a Jungkook solo para él. Lo amaba, si. Pero tuvo que casarse solo para "No dañar a su mejor amigo de la infancia" y cosas de más; dinero, contratos, negocios.

Pero si él había jugado así con Namjoon; un hombre, guapo, inteligente, alto, bronceado, de buen trabajo, buena familia, buena situación económica...un hombre perfecto. Sí él había podido mentirle frente a Dios y miles de personas, ¡que no podía hacerlo con él que era un Don Nadie!

—Jimin...

—Ayúdame con una última cosa Tae —le habló suplicante—. Sacaré mis últimas cartas de debajo de la manga.

—¿Qué harás? —Respondió su amigo con una mueca. Pero recibió en un susurro sobre su oído el plan macabro de su alma gemela. —¡¿Estás loco?!

—No me digas nada y solo trae tu cámara si no quieres que Seokjin, Yoongi y Hoseok se enteren que tienen a la misma perra de novio...siendo ellos mejores amigos.

—P-pero...

—Por cierto —dijo indignado, poniendo su mejor cara de decepción como una máscara, pues realmente estaba orgulloso de su amigo —, eso es peor que liarte con un casado. ¡Joder, Tae! Con tres a la vez.

—Oh, solo calla y desvístete de una...

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La vista al mar era asombrosa. El sonido de las olas iban al compás de los besos que se repartían aquellos dos sobre la cama.

Namjoon acariciaba de manera tierna a Jungkook, de manera pura y virginal, pues era la primera vez que lo hacía. Su traje blanco siendo removido bajo las manos expertizas de Jungkook, quien intentaba ser delicado con su, ahora, esposo.

La camisa beige de Jungkook lo delataba. (En México, utilizar beige en lugar de blanco al casarte significa que no eres "Puro/a", virgen, que no es tu primera pareja, etc...)