𝚃𝚞

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—Muy bien, pequeña zorra...

—¿Pequeña?

—Perdón. Gran zorra. —corrigió el más alto mientras caminaba junto a Jimin por el centro comercial— Arruinaste una luna de miel con sexo virtual; cada día me sorprendes más.

Jimin sacó la lengua e hizo un gesto burlón a su mejor amigo quien sonreía orgulloso. Su visita al centro comercial solo era para comer hamburguesas y papas fritas. Eran dos personas sin nada que hacer en un domingo por la tarde, que más podrían hacer que reunirse para cotillear sobre sus conquistas.

—Me siento mal por él, lo juro.

Silencio y después unas estruendosas carcajadas que recibieron miradas extrañas de personas que transitaban por ahí, pasando a su lado incómodos.

—Naaaaaaaaah. —Dijeron ambos al mismo tiempo mientras Taehyung abrazaba a su amigo por los hombros, realmente lo amaba.

—Pero en serio deberías hablar con Jungkook. Si tú no te sientes mal recuerda que él es quien está casado.

Jimin suspiró.

—Más que eso, es momento del plan B.

Taehyung sonrió.

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Namjoon se encontraba en su oficina leyendo los estados de cuenta de la empresa. Estaba cansado. Llevaba un mes de casado con Jungkook. Ahora vivían juntos en una gran casa de ensueño; pero él no se sentía cómodo ya.

Hacia un semana que había lavado los trajes de Jungkook, encontrándose un aroma dulzón en sus camisas.

Durazno.

Sabía perfectamente que Jungkook amaba las cosas dulces; pero vivía con él y sabía a la perfección que clase de fragancias y lociones utilizaba su marido.

Llegaba tarde a la casa, y no le dirigía la palabra a menos que él fuera quien se acercara. Y ya estaba cansado de esperarlo despierto hasta altas horas de la noche por "Horas extras" en el trabajo.

Cuando llegaba temprano, era para ver su tonto programa policial; para después pasar horas en el celular sonriéndole a la pantalla.

Los ramos de rosas habían dejado de aparecer en su oficina desde que se habían casado. Ya no habían sorpresas, regalos, ni chocolates. Los besos se habían detenido. Muy apenas y Jungkook lo abrazaba.

Suspiró derrotado. —Joven Namjoon, el nuevo asistente acaba de llegar.

—Gracias. Hazlo pasar —dijo Namjoon mientras observaba como la chica de lentes y pelo corto se hacía de lado para dejar pasar a un chico alto, rubio y de tez morena—. Hola, tu debes ser Taehyung.

—Si, Kim Taehyung. Es mi placer al fin conocerlo. —Ocultó su sonrisa mientras mordía su lengua. ¿Por qué había aceptado este empleo para empezar? Oh, claro, porque era el mejor amigo de todo el universo.

—¿Sabes organizar los estados? —Preguntó Namjoon mientras que, con su mano, hacia sentar a Taehyung frente a él.

Mientras tanto Tae observaba al hombre frente a él con extrañeza. Era guapo, demasiado sexy, ¿Qué tenía de mal este hombre? Oh, claro. Demasiado virgen para él... y Jungkook.

—Claro, tomé cursos de contabilidad en la universidad. ¿Desea que los haga por usted? Parece frustrado por algo. —Taehyung mordió su lengua de tanto mentir. Kim Taehyung, el mejor estudiante de actuación.

—¿Se nota demasiado? —Taehyung se sorprendió por lo sencillo que era llevarse con él. O era eso, o realmente estaba afectado por todo lo de Jimin.

—Si. Soy bueno leyendo el ambiente de las personas...Uhhh, déjame adivinar —intentó leer su mente, pero era obvio su siguiente diálogo, ese era el plan B de Jimin— problemas con tu pareja.

Namjoon abrió los ojos sorprendido por ello, quizás era demasiado obvio. La situación con Jungkook lo estaba frustrando demasiado, lo peor era que no sabía que estaba mal. Incluso había comenzado a ver el programa. Si, le aburrió, pero lo intentó. Aprendió a cocinar...bueno, al menos fue comestible. Pero nada, nada parecía hacer que Jungkook volviera a él.

—Mi esposo últimamente ha estado distanciado —confesó suspirando a su nuevo asistente, pues que más daba—. Me dijeron que las cosas cambian después del matrimonio; pero yo no me lo esperaba, no después de quince años.

Al rubio casi se le salieron los ojos de la sorpresa. ¿Quince años juntos? Debía ser una broma, que aburrición. Ahora entendía porque Jeon se revolcaba con Jimin. Pues su mejor amigo no era más que la representación liberal de cualquier chico de su edad

—¿Llevaban quince años de pareja? —Preguntó Tae con horror.

—Si, y más de veinte de conocernos. Pensé que era buena idea hacerlo mi pareja y estar juntos para toda la vida —confesó Namjoon—. Desde que lo conocí tuve una atracción hacia él, y quería cuidarlo siempre. Pero en nuestra luna de miel me dijo que lo privaba de todo—sujetó su cabeza con ambas manos.

—¿Y lo haces?

—¡Por supuesto que no!

—¿Entonces? ¿Crees que sea otra causa por la cual él se haya distanciado?

—¿Trabajo?

—¿En serio crees eso? —Dijo el rubio alzándole una ceja.

—No.

—¿Has pensado en la probable idea de que quizás tenga un amante? —Namjoon abrió los ojos— Quizás alguien que sea igual a él; ya sabes, mismos gustos y esas cosas.

Namjoon negó con la cabeza.

Jungkook jamás...

—Oh, lo siento, la chica de lentes me dejo entrar —Jimin había entrado a la oficina abruptamente sin siquiera tocar la puerta —. Taehyung, dejaste tu almuerzo y he venido a traértelo.

Taehyung ya lo sabía, pero Namjoon solo se dedicó a observar al chico frente a él. De baja estatura, pelo revuelto y teñido, perforaciones, tatuajes visibles, maquillaje en el rostro, ropa rockera...sobre todo un lindo físico. Parecía uno de los artistas musicales de Punk que Jungkook solía escuchar en su adolescencia, uno de esos que tanto admiraba y deseaba ser.

Park Jimin estuvo frente a frente con Jeon Namjoon, y le dedicó su mejor sonrisa. Sabía que él no era mal chico, ni le había hecho daño a nadie, pero debía entender por las buenas que Jungkook era suyo, de no ser así lo haría a la mala.

—Oh, usted debe ser el jefe de Taehyung. Es un placer —dijo risueño, extendiéndole la mano.

—El placer es mío. —Respondió Namjoon dándole la mano a Jimin, con una sonrisa por igual. Pero aquél aroma dulzón picó en la ­nariz al momento de tenerlo cera. Teniendo un deja vu con su aroma.

—Bueno, es hora de irme. Tae, recuerda comerte todo. Llegaré tarde de mi cita con Jungkook, así que no me esperes despierto —Namjoon apretó los labios confundido.

—¿Jungkook? —Preguntó con el corazón apretado. No podían hablar de la misma persona, Jungkook le dijo que iría a un trabajo de negocios y que regresaría tarde. Todo solo era una coincidencia, una mala jugada de ella. Había muchas personas con el nombre de Jungkook en la ciudad y en el país.

—Mi amante. —Dijo Jimin saliendo de la sala con una sonrisa.

Namjoon solo se quedó varado ahí en silencio, solo escuchando el teclado de Taehyung quien hacia los estados mordiéndose la lengua.

Joder que Jimin era un descarado de primera; pero hubiera sido más claro, pues tal parecía que Namjoon aún no comprendía la situación.

Había tenido a su queridísimo socio de frente, pero no supo conectar las pistas correctamente.

𖨪

¿Creen que Namjoon es malo en la historia?


✒𝑸𝒖𝒆𝒓𝒊𝒅𝒐 𝑺𝒐𝒄𝒊𝒐 ┌𝑲𝒐𝒐𝒌𝑴𝒊𝒏┐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora