III

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III

Despierto con mi cabeza apoyada en el pecho de Alex. Me duele mi oreja, pero no estoy dispuesta a apartarme.

-¿Issa?- reconozco la voz de David.

-¿Qué?- no me muevo de donde estoy.

-¿Se besaron?- pregunta.

El calor sube por mis mejillas delatándome por completo.

-No- contestó.

Me incorporo con pesar, ya no puedo oír el latido de su corazón en mi oído.

-Buenos días- intento desviar la atención en vano.

-¿Se besaron?- repite una vez más.

-Que te importa- me levanto y sacudo mis jeans por si llevan algo encima.

David me mira pícaramente <<Como odio que lo haga>>. Me encuentro frente a mi a Thomas, con el ceño fruncido.

-¿Qué?- preguntó a Thomas a la defensiva- ¿Tengo algo en la cara?- me paso las manos por si acaso.

-Tienes el color de un jitomate- contesta enojado.

-Claro que no- me sacudo la ropa torpemente y después vuelvo a mirarlo-, estas demente.

-Estoy grifo, que es diferente.

-Como sea- miro hacia otro lado. Ni siquiera se porque estoy discutiendo con él.

David se pone enfrente de Thomas y me pregunta:

-¿Y qué tal?- enarca las cejas y suelta una risita juguetona.

-¿Que, tal qué?- intento hacerme la babosa.

-El beso, niña, el beso- me sacude por los hombros.

-No nos besamos- digo cada palabra, lenta y pausadamente como si David fuera un niño con síndrome de down.

-A mi no me mientes- me pica el estomago.

Ese chico puede llegar a ser demasiado juguetón cuando se lo propone, suerte que no tengo cosquillas.

-Pues...- trago saliva, no estoy muy segura de si quiero decírselo o no.

Miro a mis espaldas, Alex sigue dormido mas tieso que un tronco. <<Un momento>> esta despierto, ese leve movimiento en los ojos y su respiración ya no es regular y acompasada, ya se que esta despierto.

-Pues...- volteo a mirar a David <<¡Miente!>>-, fue lindo, me... Gusto.

<<Ok, ahora respira Issa, respira>>

-Tortolitos- vuelve a picarme el estomago.

-Sí- me siento culpable-, pero no le digas a nadie.

-Ok- me agrada cuando dice eso.

-Adios- le doy una palmadita en el estomago y voy directa a tomar una ducha. Intento no mirar a Thomas cuando paso a su lado.

No puedo creer que después de tanto que estuve rogando ese beso, aprovechando cada oportunidad para tenerlo cerca ¡Y no sentí nada cuando me beso! ¿Por qué? ¿Por qué, Dios mío? En realidad hasta se podría decir que fue repulsivo ¡No sabe besar!

+ + + +

Una hora después, ya en el comedor, y aún no logro quitarme eso de la mente.

- Hola- Alex, se acerca y se sienta a mi lado.

-¿Que ondis?- le sonrió de lado y después continuo comiendo.

Ese es el maldito problema conmigo, ser tan poco sensible; poder ignorar tan fácilmente lo que siento.

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⏰ Última actualización: Jun 21, 2015 ⏰

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Oscura miseria 1° *El comienzo*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora