Only one Kiss

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Un beso en la playa, sus ojos color tierra me penetraban la espalda, no sabía que decir, estaba abrumada, sonrojada y asustada. Nunca antes había besado a una mujer, sus labios eran suave terciopelo y dulces como las fresas, su cabello le bailaba por encima de sus hombros y su fleco no dejaba de moverse por el viento, se veía igual de asustada que yo al momento de acercarse a mis labios pero con una sola palabra en sus ojos "bésame"

—Por favor di algo—. Suplico con su voz rota.

Me di vuelta para mirar su rostro, piel color canela y un par de pecas repartida por esta, sus labios estaban rojizos por el contacto que tuvimos, podía ver como quería soltar a llorar así que hice lo impensable y volví a poseer sus labios, para susurrar la palabra "te amo" como un grito ahogado que había tenido hace meses, desde el primer día que la conocí.

—yo igual te amo—. Respondió soltando a llorar.

No era sorpresa que yo también soltara un par de lágrimas y tampoco era sorpresa que a pesar de haber confesado nuestro eterno amor no podíamos estar juntas, llámenlo un cliché, nuestras familias eran cristianos extremistas, y era totalmente posible que nos mandaran a una terapia de reconversión para aceptar que Dios nos mandó solo para una cosa: procrear y casarnos con un hombre.

Así que solo la bese por última vez, y me aleje, la aleje de mi vida.

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