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Colocaste tu abrigo en el perchero luego de haber llegado a casa junto a tu madre quien ya tenia que partir nuevamente a su lugar de trabajo, deteniendose al notar aquella leve sonrisa que se formaba en tu rostro en el momento en que mirabas la pantalla de tu celular, lo que le indicaba que estarías hablando con tu novio y cuanto deseabas estar junto a él ahora mismo, pues sin intención alguna ella te habia impedido verle aquel día para que la acompañaras a un lugar cualquiera.
Se acerco a proponer que lo invitaras por aquella tarde. Eso sin duda te sorprendio, puesto que la mujer solía ser algo estricta contigo, lo cual no significaba que no fuera amable o cariñosa de vez en cuando.
Se despidieron y de inmediato le preguntaste a tu novio si podía pasar a verte, lo que lo hizo inmensamente feliz ya que te habia estado extrañando mucho en ese último tiempo. Pasaron los minutos en los que te dedicaste a ordenar el sitió hasta oír el bullicioso sonido del timbre ser tocado unas cuatro veces muy seguidas, asi que te apresuraste en abrir la puerta para encontrarte al chico, que muy entusiasmado rodeó tu cintura formando un apretado abrazo.
― ¡Hey hermosa, al fin estamos juntos! ―
― Si amor. Felicitaciones por ganar el partido de hoy ―
Ya dentro del lugar acariciaste su cabello como siempre solias hacer, e intentaste besar la frente de este, que debió inclinarse unos centimetros para sentir aquella muestra de afecto y ya siendo consiente del rubor en las mejillas de tu novio, junto a lo tímido que podía llegar a ser en esas situaciones, tomaste su mano para guiarlo hacia el comedor en donde le ofreciste algo para beber, pero se nego ya que solo se disponia a continuar sintiendo los mimos de su chica.
Tiro de tu muñeca para que quedaras junto a él y escondiendo su rostro en tu pecho, espero recibir algun cariño de tu parte, que no tardo en llegar.
― Siento no haber ido a verte Kotaro ―
― No importa. Es la primera vez que te pierdes uno de mis partidos, pero debias acompañar a tu madre asi que esta muy bien. ¡Además, Akaashi se encargo de animarme! ―
― Debo agradecerle despues ―
El contacto visual los reconforto a ambos, más a ti que habias estado preocupada por la falta de motivacion que tendria Bokuto en aquel juego, ya que siempre dejaba muy claro que el verte apoyandolo en las barras lograba que su rendimiento fuera increiblemente mejor, y para tu suerte todo habia salido bien.
Le pediste que cambiara ese gesto dramatico de su cara y le recordaste lo extraordinario que era mientras intentabas levantar las puntas de su cabello grisáceo, lo cual lo hizo despertar y sujetar tu cintura para arrimarte aun más a su robusto cuerpo.
