26 de Abril

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Querido diario: Hoy es 26 de Abril, este día es diferente. Esta es mi primera vez que escribo en un diario. Cuando era pequeña y veía a las adolescentes escribir en sus pequeñas libretas que casi nunca soltaban se me hacia intrigante porque quería robárselos y saber qué escribían en ellas pero ahora se me hacia estupido escribir uno. A mis 10 años se me hacia una acción de una niña popular pero ahora a mis 17 años casi 18 se me hace patético. La psicóloga de la escuela cree que es correcto que escriba como me siento diariamente, que es bueno para tener un avance con ella y me pueda abrir más pero en realidad no importa cómo me siento. Odio verla todos los estupidos días, detesto despertar y meterme a bañar y tratar de fingir que todo esta bien cuando en realidad todo es una basura. Mi escuela es una basura, mis maestros son una basura, la psicóloga es una basura, hasta la relación que tengo con mi mamá es una completa basura. Ni si quiera se porque escribo esto, en realidad debería de estar en mi cama viendo crepúsculo y llorando hasta quedarme dormida, como lo he estado haciendo estos últimos meses. En estos momentos de mi vida siento que perdí todo, la confianza de mi mamá, mi única mejor amiga, el amor de mi vida y una larga lista de cosas. Querido diario, suena super cliché esa frase pero pues si ya comencé a escribir esta tontería pues lo haré de la mejor manera. Entonces querido diario, seria perfecto describir lo que sucedió hace un año, describir como lo conocí y como me fui enamorando de el pero en verdad hay cosas que no quiero recordar. Estoy harta que la psicóloga lo único que me diga es que es necesario para superar todo este tema pero solo me hace sentir mucho dolor. Cada vez que cierro los ojos me vienen imágenes de como era todo, mas bien éramos y siento como mi corazón se estruja.  No me arrepiento de haberlo amado y el dolor que siento justo ahora escribiendo esto, me hace recordar cada instante de el. Su olor, sus gestos, su forma de besarme, la manera en la que me tocaba y como logro hacerme suya de una manera tan sencilla. Jamas pensé decir que no me gustaría mi vida, el hecho de estar viva me hace sentir patética y desecha. Estoy harta de despertar todos los dias y sentirme avergonzada de mi, avergonzada de mi cuerpo, de mi rostro, de lo que era Helena. ¿Qué era Helena? te estarás preguntando querido diario, pues Helena era esa zorra que se había metido con el padre de su mejor amiga o mejor como me dicen en la escuela todos los dias "La rompe hogares". 



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