"No papa yo no quiero ser parte de la hacienda."
"Tienes que porque vives aquí."
"Eso no es para mi, por favor papi"
"Entiende que hay cosas en que necesito que alguien en quien confío se encargue."
Esto no es justo, nunca me había puesto hazerme cargo de la hacienda. Yo no se como cuidar a los caballos o cómo crecer frutas y vegetales. Ya no voy a poder salir con un cargo así. "Papa para eso tienes a tu mano derecha, pensé que confiabas en Pedro o no es así?" Pedro es como parte de nuestra familia, el tiene años trabajando con nosotros y lo apreciamos mucho.
"Si Vanessa pero tu mama me ayudaba estar al tanto de todo, solo confie en ella y ahora que no esta, necesito que tu me ayudes. Desde que murió tu madre, e pensado mucho en tu futuro, Vane tu eres mi princesa, si algun dia algo me llega a pasar, yo quiero que tu te encargues de la hacienda."
Mi mama fallecio hace 2 años en un accidente, mi mama iba a recogerme de la escuela..nunca llegó. Ese dia me quede horas esperándola, le hable a mi papá y me dijo lo que le había pasado a mama. Cuando llego papa por mi, su mirada confirmó todo, eso es algo que nunca voy a olvidar. Y desde entonces ni mi papá ni mi hermano son igual. Mi papá tuvo un infarto el mes pasado y mi hermano solo piensa en el. Me duele como el primer dia sin mi mama pero ahora entiendo que eso no va a cambiar. Ahora tengo que cuidar a mi papá, y si el necesita mi ayuda, lo haré por él y por mi mama.
"Papa no hables así,—"
"No Vane, escúchame, todo esto es tuyo, quiero que sepas cómo cuidarlo. Así que en un rato te espero en mi despacho."
"Esta bien, voy a mi cuarto y despues regreso."
Me fui a mi cuarto y le hable a mi amiga para decirle que no podría salir con ella hoy. "Hola Sofía, hoy no puedo salir, mi papa quiere que lo ayude con cosas de la hacienda, será en otra ocasión, adiós."
Después fui a la cocina para buscar algo de comida, pero no había nada. Si tan solo supiera cocinar... Mi mamá hacía de comer y después mi hermano pero desde que empezó a trabajar, mi papá cocina cuando puede. No encontré comida así que solo tome una manzana de la mesa.
Cuando termine de comer mi manzana, decidí ir al despacho de mi padre para empezar a trabajar. Pensé que estaba solo, entonces abrí la puerta, "Papaa!"
"La verdad es que no estoy buscando ayuda en este momen─Vane, espera afuera un momento si?" No lo escuché, sentí que mi mundo se había puesto en pausa. Mi papá hablaba con un muchacho, muy guapo. Tan guapo que no me daba cuenta de mi alrededor. Cuando me escucho hablar, volteo y vi su mirada, era tan tierna y tan profunda que podría perderme en ella. Tenía el cabello castaño y fino, el llevaba una camisa de mezclilla y pantalones negros. Sentí que se detuvo el tiempo aunque solo fue unos segundos pero eso basto para darme cuenta del hombre en frente de mi.
"Por favor Vane."
"Ahh si pa." Cerré la puerta pero no totalmente porque quería escuchar de qué hablaban. Sabía que estaba mal pero en ese momento no me importo.
"Señor, yo puedo hacer lo que sea, tengo experencia en muchas cosas, y lo se mas puedo aprender, solo deme una oportunidad de trabajar con usted." Así que vino a pedir trabajo. No puedo mentir que me gusto la idea de trabajar mucho más con eso.
"Bueno, pensandolo bien, si necesito ayuda con algo." No. No creo que le vaya a dar el trabajo qué me propuso a mi, o si? Aunque no estaria mal, yo no quiero ese trabajo, no pero ya me había hecho la idea de qué iba a trabajar. "Te gustan los animales?", le dijo mi padre.
"Claro, yo crecí en un rancho, y pues ahi aprendi mucho de los animales."
"Qué bueno por qué una de mis yeguas acaba de tener su bebé y en este momento no hay nadie que se puede hacer cargo de ella. Tal Vez te pide que me ayudes con otras cosas pero por ahora, estarias dispuesto en ayudarme con la yegua?"
"Por supuesto que sí señor, cuando puedo empezar?"
"Mañana a esta hora, hoy no porque yo ya me encargué hace un rato."
"Esta bien, entonces estoy aquí mañana señor, muchas gracias, no le voy a fallar." Creo que ya viene entonces cerré la puerta sin hacer ruido y me hice un lado.
"Hasta mañana Santiago." Santiago. Se llama Santiago. Bueno creo, no se si escuche bien. Escuche la puerta abrir y me puse muy nerviosa. No sé por qué me estoy sintiendo así. Tengo que tranquilizarme.
Salió de la oficina, se acercó a mí, y como es mucho más alto qué yo, bajó la cabeza un poco. "Senorita, hasta luego." Me dijo sonriendo, con unos ojos alumbrantes y verdes, y luego se fue. Pero por lo que escuche, vuelve mañana!!! No me di cuenta que lo había seguido con la mirada hasta que salió. "Vanessa estas loca." Me dije a mi misma.
