Esta historia te cuenta la vida de una chica que usa los colores como si expresara palabras. Ella tiene una gran imaginación pero conforme aumentan las burlas y rechazo de las personas hace que su imaginación se vaya apagando. Pero lo que nadie sabí...
Desde mi infancia he sido feliz, me he imaginado colores, brillos, y todo con un aroma especial pero, no siempre ha sido así. A veces me imagino varios colores de acuerdo como va pasando mi vida y hay veces que no sabría como describir mis emociones, si algo distingue mi carácter es que soy muy optimista y a veces ruda, cuando me enojaba con alguien le decía: "¡No me hagas ponerme roja, el color principal de mi enojo!". Tan solo por decir acerca de los colores, se burlaban de mí y .... Me decían "loca", mis padres me llevaron a un psicólogo, ellos pensaron que estaría bien quedarme ahí por un tiempo hasta que tuviera los 11 años, y mi amor por los colores acabo completamente. Conforme pasaba el tiempo los olvidaba aunque tengo dos amigos; una llamada Annie y otro llamado Elijah ellos comprendían mi amor por los colores, de hecho me conocieron en el psicólogo (toda su vida fueron ahí para ver su progreso de madurez) decían que era una chica especial y espontanea, pero yo seguía con los colores en mi mente y me imaginaba todo mi mundo de color.
Desde los 12 tenía una gran imaginación, pero no aceptaba el hecho de que tenía que crecer y cuando empezaron las burlas, no me importo. Afortunadamente, Annie y Elijah eran mis mejores amigos, así que no la pasaba tan mal.
Cuando cumplí los 13 me sentía bien, un poco rara porque sabía que pronto dejaría la infancia y aun así no lo aceptaba ya que desde que tenía 6 años, pensaba que cuando te conviertes en un adulto pasas a un puesto especial donde un hada te convierte en eso, pero lo malo es que siempre soñaba que el hada era mala y te lavaba el cerebro para que olvidaras tu infancia y solo tuvieras una cosa en que preocuparte:
El trabajo, eso que a todos nos molesta, pero con el paso del tiempo de mi vida aburrida comprendí que esa era forma de mantenerte a flote.
Algo que me distingue es que soy un poco distraída y a veces me pierdo en mí imaginación; hubo una niña llamada Scarlett, ella es un estruendo en mi cabeza, antes era nuestra amiga pero gracias a que las chicas populares la invitaron a su grupo se volvió la popular de la escuela y siempre se burlo de mí. Gracias a eso me llevaron de nuevo al psicólogo o querré decir psiquiatra, lo ignoré y yo seguía con mi imaginación. Hasta que me dijeron mis padres que lo olvidara en la escuela , trataba de no decir nada acerca de mi magnífica y "absurda" mente y no lo hacía aunque mis supuestos "amigos" me veían como: "La chica sin mente"; me molestaba y mucho, pero aprendí que a veces es mejor no tener imaginación.
Me volví un poco sería pero tranquila, mis padres y mis amigos extrañaban a la niñita con "imaginación tonta"; era extraño y raro que mis padres extrañaran lo que decía acerca de los colores, pero me di cuenta de que cuando era pequeña, mí abuela me contaba acerca de las palabras y los colores. Decía que cuando tu pensabas en un paraíso donde quisieras estar, ahí estaría tu cielo y siempre sueño en llegar ahí. Mi abuela me contó varias historias acerca de como surgieron los colores, el arcoíris, las maravillas del mundo y yo creo en ellas, pero constantemente desaparecen de mi vida.
Bueno, tal vez ustedes pensarán que vi mucha televisión pero me comprenderán leyendo mi historia. Algo que puedo decir es que no es una historia cualquiera, soy Alice Roberts y esta es la historia de mi vida.
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