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—¿Podemos salir hoy? —le preguntó el castaño mordiéndose el labio con nervios.

—Taehyung, no puedo—rodó los ojos—, debo salir con Jimin.

—"Jimin, Jimin y más Jimin" ¿Que te traes con ese chico? Parece que es tu novio, vives hablando de él. —bufó resentido.

—No es de tu incumbencia si es mi novio o no. Te dije que no puedo salir contigo, deja ya de insistir—rechazó con el entrecejo fruncido mostrando su hostilidad y se marchó sosteniendo las correas de su mochila.

Extrañaba mucho a Jimin, la universidad y los exámenes lo tenían muy ocupado, algo que no solía pasar antes de que el rubio se mudara a un nuevo edificio y él entrara a la universidad.

Condujo a gusto, escuchando música suave y mordisqueando sus labios emocionado. Realmente extrañaba a Jimin, era su pequeño y habían estado juntos desde que eran adolecentes. Una clara explicación al sentimiento latente en su pecho cada vez que pensaba en llegar hasta Jimin y estrecharlo entre sus brazos.

Se frotó las manos sonriendo con todos los dientes cuando se aparcó fuera del nuevo edificio del rubio, caminó hasta la recepción y dando su nombre e identificación pasó hacía las residencias. Con efusividad tocó la puerta del departamento esperando a que el rubio le abriese, sentía sus brazos picar por abrazarlo.

—¡Kookie Hyung! —exclamó esa dulce vocecita al abrir la puerta y se colgó de sus hombros con firmeza.

Jungkook sonrió feliz, tomando en peso su cuerpo para oler su cabello. Era una fascinación que tenía desde peque por el aroma del más bajo.

—¡Mi pequeño! Te eché mucho de menos. —aseguró esta vez caminando hacia dentro de la casa, aún con Jimin colgando.

—Igual yo, me moría por verte. —se bajó esta vez para tomarlo de las manos e invitarlo a la ordenada y pulcra sala de estar.

—Bienvenido hyung. —Le hizo tomar asiento—¿Quieres comer o beber algo?—usó su cortesía con los brazos detrás de su espalda.

—Un aperitivo viene bien, sólo me he comido un sándwich para venir hasta aquí saliendo de la universidad. —relató, Jimin asintió de inmediato.

—En la alacena están unas galletas que hizo Nana, las hizo cuando se enteró que venías. —Jungkook sonrió con conmovido ante el gesto. Extrañaba tanto a Nana cómo a Jimin.

Jimin y Jungkook habían sido mejores amigos desde que tienen la memoria suficiente, por lo que los apodos cariñosos eran normales entre ellos, los gestos de atención y demás cosas. Su relación era estrecha y no era un secreto para nadie. Ni siquiera para su familia, quienes les guardaban cariño al otro.

—Las galletas de Nana son deliciosas, hace mucho no las pruebo. —se relamió los labios, caminando hacía la cocina.

—Espera aquí por favor, necesito ir al baño o reventaré. —se quejó con falsa angustia para desaparecer corriendo por el pasillo.

Jungkook carcajeo divertido, mientras abría la nevera y sacaba un cartón de leche helada, el perfecto acompañante para las gustosas galletas.

Cómo era de esperarse, devoró todas las galletas en encontró en el recipiente, alternando con leche. Disfrutó de ellas hasta frotarse el estómago y recostarse en el sillón, había comido demasiado rápido, aunque en su defensa, su estómago suplicaba algo de comida.

Por otro lado, Jimin salió veinte minutos más tarde, con una expresión de desagrado. Llegó hasta la cocina viendo sólo migajas en la encimera, sonrió para después tomarse de un sorbo la píldora para el dolor de estómago.

Hyung is a baby ; Kookmin fic.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora