Capitulo uno: El juego comienza

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- ¿De verdad crees que podamos salir?

- A este punto no lo sé...

Se escucha un ruido.

- ¡¿que fue eso?!

-Y así es como todo se fue a la mierda. - digo mientras rio con sarcasmo. -Lo más seguro es que no entiendan nada de lo que pasa así que mejor les cuento como llegamos a esto. -

- Me llamo Bel, soy un chico de 17 años que vive en Paris, Francia, aunque no creo que esto les importe. -

- Mi vida era como la de cualquier persona hasta que...-

- Eso paso...-

Capitulo uno: El juego comienza

Suena la campana del receso.

Todos nos quedamos en el salón de clase ya que estaba lloviendo afuera, no tenía mucha hambre así que decidí recostarme en mi mesa y ver el celular un rato. En eso siento que alguien se acerca a mí y que está a punto de tocarme así que me levanto con rapidez para ver quién es. Levanto la mirada y frente a mi estaba Joan, mi mejor amigo, apunto de intentar asustarme, como siempre.

- Ay vamos hermano, ¿Por qué eres así? Nunca lo logro.

Tomo una silla y se sentó frete a mi mientras se quejaba.

Joan es mi mejor amigo desde que somos muy pequeños, es bastante animado y le gusta mucho las fiestas, siempre se preocupa por mi. El nunca logro hacerme asustar ya que desde siempre he sentido cuando algo se acerca a mí, algo como un aura, aunque para mi es algo normal Joan dice que eso es cosa de brujería. Yo nunca le he dado importancia a eso hasta hace unos días que lo empecé a sentir más fuerte que antes, capaz sea por la luna roja la cual es la próxima semana, no lo sé y tampoco es que me importe mucho.

- ¿Y bueno?

Me ve con una cara un tanto rara. -Ya sé que quiere oír. -

- No.

Respondo un tanto seco.

- Ay hermano, VAMOOS, será una de las mejores fiestas del siglo, además, ¡irán todas las chicas lindas de año! ¿De verdad te quieres perder eso por ir a esa expedición con Ale y Marco?

Ale y Marco son mis otros dos mejores amigos, con ellos casi siempre salgo a hacer expediciones fuera de la ciudad o incluso dentro de ella, visitamos lugares abandonados o lugares los cuales podamos encontrar tesoros, y con tesoros me refiero a basura usada la cual la gente ya no quiere que para mí son cosas que puedo usar, como dice el dicho, la basura de uno puede ser el tesoro de otro. Mi teléfono lo encontré en una expedición que hicimos a los alrededores del museo de Louvre, pues estaba ahí tirado y yo necesitaba un medio por el cual comunicarme así que lo tome, lo restaure y ahora es mío, no es el mejor teléfono, incluso tiene la pantalla rota, pero es mejor que no tener nada.

- 1 sabes que odio las fiestas 2 odio las fiestas y 3 AH odio las fiestas, y sobre todo si van las personas de nuestro año, además de que será en casa de Travis, sabes que él no me da buenas vibras, siento que me observa...

Digo tragando saliva.

- No quiero ni imaginar las vibras de su casa...

Travis es un chico muy alegre y popular en la escuela, pero hay algo en el, su mirada, que me hace temblar...

Termino de hablar mirando disimuladamente sobre mi hombro para ver a Travis, en ese mismo instante nuestras miradas se cruzaron y sentí como cada parte de mi cuerpo se erizo al cruzarme con tal mirada oscura y penetrante, sentí como se adentraba en mis ojos y se adueñaba de mi cabeza y pensamientos, hasta que Joah me interrumpe.

- JAJAJAJA amigo, son ideas tuyas, Travis es buen chico, mira.

- HOLA TRAVIS.

Dice Johan mientras sacudía su mano.

Al ver sobre mi hombro por segunda vez Travis ya no estaba en su asiento.

- Hola Joah.

De un momento a otro Travis ya no estaba en su asiento, estaba al lado de Joan y mía, ¿en qué momento se levantó? Pues ¿recuerdan que les mencione que puedo sentir las auras de las personas? Bueno, una de las cosas por las que me da mala espina Travis es porque no puedo sentir su aura cuando se acerca a mí, de lejos, puedo sentir como si tuviera mil demonios rondando sobre él, pero cuando lo tengo al lado no siento nada, solo se me pone la piel de gallina y se siente el ambiente un poco incómodo, la verdad, no sé porque eso.

- Bel ¿Cómo estás? Te noto un poco pálido ¿ya desayunaste?

Me pregunto Travis con cara de preocupación, no sé qué se trae entre manos, pero a mí no me va a engañar.

- Estoy bien, muchas gracias, tengo clase de historia, hasta luego.

Tomé mi mochila rápidamente y salí del aula, no quería seguir a su lado más tiempo, algo en mi decía que no debía estar ahí.

- Mmm... ¿ok? Disculpa Travis nos vemos ahora jaja, ¡adiós!

Escucho decir a Joan mientras salía del aula y me seguía a paso rápido.

- ¿Qué fue todo eso hermano? ¿estás bien? Se te nota un poco raro, ¿desayunaste?

- No, solo necesito un poco de aire fresco.

Aun sentía la mirada de Travis clavada en mi nuca, di media vuelta y entre de inmediato al baño para poderme alejar de su alcance visual arrastrando a Joan conmigo.

- ¡Ey! ¿Qué pasa? Me estas asustando.

- No es nada, solo estoy un poco mal

Abro el grifo y lavo mi cara para calmarme, todo eso seguro era producto de mi imaginación, saqué un pote de pastillas las cuales eran para mis dolores de cabeza y tomé una.

- ¿estas mejor?

- Si, gracias hermano.

- ¿algo que quieras decir? – me pregunta Joah con preocupación.

Me quedo callado unos segundos viendo a Joah – no, todo bien...

- está bien...

Desde que estoy en la misma clase que Travis me pasa lo mismo, desde entonces he convencido a mis amigos que solo me dan ataques de ansiedad, aunque... es más que eso, Travis me hace sentir mareado, como si hubiera subido a un carrusel sin control y que estoy a punto de desmallarme.

- Ven vamos a clases – dice Joah

- Vamos...

Salimos del baño y fuimos al salón de historia.

- ¡CHICOS!

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Backrooms - nivel 1 / By: A.BDonde viven las historias. Descúbrelo ahora