Ahí vino de nuevo: el golpe en la puerta. Llegué a la puerta y la abrí para encontrar a un hombre empapado en agua de lluvia, temblando justo afuera.
"Uh, hola. Estaba en el pub de la esquina y dejé mi móvil allí. Vi sus luces encendidas ... Espero...
Cuando me senté a su lado, extendió un brazo y lo puso debajo de mi cabeza. Me atrajo hacia su costado y yo pasé mi brazo por su pecho.
Supongo que eso responde a esa pregunta.
Acomodé mi cabeza en su hombro y suspiré de satisfacción. Se sentía tan bien estar con él. Ya no me sentía incómoda.
Estaba relajado y feliz. Volvió la cabeza y me besó en la frente, luego me miró a los ojos.
¿Te importa si me quedo a pasar la noche? Me temo que no quiero ir a ninguna parte todavía ", murmuró. No quería moverme de esta posición durante mucho tiempo.
"Por supuesto que puedes quedarte, Martin. Nunca te echaría a patadas ni nada de eso -le murmuré en respuesta.
Sonrió con una pequeña sonrisa suave que hizo que sus ojos se iluminaran.
Rodó sobre su costado y me acercó a él, envolviendo su otro brazo alrededor de mí.
Inclinó mi barbilla hacia arriba y me besó de nuevo, lenta y gentilmente. Nos quedamos así durante algún tiempo.
Después de un rato, agarré mi edredón del pie de la cama junto al banco y nos cubrí con él.
Volví a besar a Martin y nos quedamos dormidos, acurrucados en los brazos del otro. Qué noche tan fantástica. Las fantasías son una cosa, pero ¿vivir algo así? Totalmente invaluable.
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