prince of the forest [kookv]

cap 5

La mañana paso normal, ese día jungkook y taehyung aprovecharon para conocerse entre ellos creando un vínculo de amistad, se dedicaron a ordenar todo lo comprado por el día de ayer.

Hicieron cosas divertidas como cocinar,  ver películas y jugar un juego de carreras de autos, Todo como uno de los mejores días de sus vidas.

-bien, los trastes están lavados, hay otra cosa más por hacer? - jungkook se secaba las manos con el mantel en su hombro.

-mmmm nop, esta todo hecho!- taehyung respondía sin quitar los ojos de la televisión, ya que estaban dando una novela interesante.

-que es lo que ves?-

-estoy viendo cuando jihuo se da cuenta de quien es su padre!!- a taehyung se le brillaban los ojos de lo emocionado que estaba. Jungkook decidió también prestarle atención a esa novela.

Todo marchaba excelente, un día espectacular, cuando de repente, sonó el timbre de la puerta.

Ambos miraron con atención, Jungkook se levantó para saber quien era.

-JI-JIMIN?!- a Jungkook se le erizaron los pelos!, hiba a ser un día increíble, por que tuvo que presentarse jimin?

-hola jungkook!, mi madre hizo estas galletas solo para ti, por favor tomalas- Jimin extendió sus brazos con la canastilla de galletas hacia Jungkook.

-eh gra-gracias Jimin, pu-pudiste avisarme que vendrías cierto?- Jungkook se rascaba la cabeza de lo nervioso que estaba, apretaba la manija de la puerta con demasiada fuerza, de ninguna manera dejaría que Jimin pusiera un pie en el apartamento.

-Lo se, pero quise que sea sorpresa!..... Me dejaras pasar? -

-NO!, digo, no puedes Emmm, esta muy sucio allá adentró, creeme no quisieras entrar jaja!-

(Que estará pasando?)  Tae se preguntaba todavía sentado en el sofá. Así que fue a ver por que Jungkook demoraba tanto.

-tranquilo jaja!, ya se como luce tu apartamento sucio, no es sorpresa para m-

-Jungkook?, que pasa?- la voz de Tae se escucho lo suficiente para que Jimin lo escuchará.

-Ahh-aah, Tae será me-mejor que te vayas a dormir okay?- Jungkook puso su cabeza en dirección a Tae, todavía teniendo la puerta.

-ahhh es muy tempra- Jimin lo interrumpió

-Jungkook..... Por que Tae duerme en tu apartamento?- Jimin cambio completamente de actitud, se le notaba enojado.

(Mierda, que revoltijo!!) Jungkook tenía la cara Roja y sudada.

-e-eh, ahhhh..... Tae vive en mi apartamento, e-el se escapo de casa y vino aqui-

-Que?!, por que no me dijiste?-

-e-es que pe-pense que te enoja rías y-

-Para haber traído más galletas!-

-EH!?!-

-solo traje una porción para ti, si hubiera sabido de alguien estaría viviendo aqui tambien, te hubiera traído un porción doble! - Jimin miraba apenado su canasta de galletas.

-tranquilo!, esta bien las porciones que trajiste, no te preocupes por eso- hubo un pequeño silencio entre ellos, y hubiera sido mucho más largo si Tae no hubiera hablado.

-dijieron galletas?!, YO QUIERO!-tse apareció abajo del brazo de Jungkook, parecía un niño pequeño.

-oh claro! Tomalas, espero te gusten!- Jimin le entrega la canastilla de galletas a Tae.

-enserio, ahhh!! Que maravilla, y vienen con chispitas de colores!!- Tae sale de ese penoso escenario y se va a comer las galletas sentado en el sofá.

-esto es todo Jungkook, ten una buena noche!- Jimin hace un reverencia y se va.

-A-ADIOS!!- Jungkook cierra la puerta de golpe, hizo un gran suspiro de tranquilidad, eso fue tan vergonzoso! Pero pudo ver lo feliz que estaba Tae comiendo sus galletas, eso lo pudo tranquilizar.

-A-ADIOS- eso fue lo último que escuchó, Jimin trataba de contener las lágrimas, pero por cada escalón que bajaba, otra lágrima caía al suelo.

(Jimin, tranquilizate, ellos solo son amigos, tu ya no puedes hacer nada)

Jimin decidió entrar a su auto, que estaba estacionado frente al apartamento.

Jimin se dejó soltar, lloraba desconsoladamente, no podía mantener una respiracion normal, cubría su cara con sus dos manos, y se  abrazaba a el mismo.

-por que lo hize, por que lo engañe, éramos tan felices juntos, por que.......... -

Mientras Tae y Jungkook se la pasaban excelentes juntos, Jimin no podía parar de llorar por el error que destruyó su vida.