Enfadada. Enfadada, así es como ella se sentía en esos momentos. En esos momentos y des de que empezó el curso. Ni durante las vacaciones había conseguido eliminar ese sentimiento tan persistente. Con paso firme y altivo se dirigía a su oficina dispuesta a dejar las cosas claras. Ella había construido toda una vida alrededor de este colegio. El Saint Mary. Tanto esfuerzo y dedicación le había puesto que era como un tercer hijo. Y no iba a dejar que nadie se lo quitara. Menos él. Lo había visto. Tan feliz. Con su nueva hija. Cómo si nada pasara. Pero las cartas se iban a dejar sobre la mesa ahora. Y con ese pensamiento llegó a su destino.
Feliz. Feliz y cansado. Así se sentía él. Feliz por saber la verdad sobre su hija. Feliz por haber recuperado una parte de Mariana. Feliz por haber solucionado las cosas con Lupe, a la que seguía considerando su hija. Pero cansado. Cansado de todas las mentiras. Cansado de todas las discusiones. Cansado de todo lo que ahora tendría que afrontar con Mercedes. Y cómo si sus pensamientos la hubiesen invocado, ella misma hizo presencia en su despacho sin tener la necesidad de llamar antes a la puerta.
-Vos y yo tenemos muchas cosas de que hablar, Ramiro- empezó la recién llegada a la oficina de forma directa- Y esta vez con todas las cartas sobre la mesa.-
-No podría estar más de acuerdo, Mercedes- le respondió el propietario del colegio levantándose de la silla- Y por ese motivo voy a empezar diciéndote que no me importa todas las mentiras que ocultaste, para mí Lupe es y siempre va a ser mi hija, lo mismo que Álvaro si él así lo considera también. Pero merecen saber la verdad, toda.-
-No sé que paraíso imaginario te montaste en tu cabeza durante la estadía en el hotel, pero Lupe y Álvaro son mis hijos y no voy a dejar que su casa sea la misma que la de una persona que tanto daño le ha hecho a Lupe- empezó con voz firme mientras se acercaba al escritorio
-Mía no es la enemiga.-
-Y el cómo y cuándo decirles la verdad es sola y únicamente cosa mía, porque el único motivo por el que lo hice fue para asegurarles un hogar y un futuro a mi familia. Y vos, no vas arruinar todo lo que he construido.- finalizó dejando caer una carpeta con papeles dentro
Ramiro miró extrañado la carpeta antes de abrirla para empezar a leer los documentos. Al finalizar la lectura levantó la vista para mirar a la persona que una vez quiso, sin poder creerse la persona que en realidad es, y lo que acababa de leer lo confirmaba.
-No voy a firmar estos papeles- remarcó contundente con una mirada entre furiosa y decepcionada- Una cosa es pedir el divorcio, papeles que voy a firmar con gusto, y otra es demandar la custodia completa de los chicos y el control del Saint Mary, y por ahí no voy a pasar.-
-Lupe y Ávaro, te recuerdo otra vez, son MIS hijos. Y fui yo la que hice del Saint Mary el colegio que es hoy. Por lo que, a mi parecer, el trato que te estoy proponiendo me parece más que justo.-
-¿Podemos hacer las cosas bien, por una vez en la vida, y pensar en que es lo mejor para todos?- preguntó ya desesperado, era como hablarle a una pared- Te ofrezco esto: Álvaro va a poder decidir con quién va y cuántos días quiere pasar con cada uno. La custodia de Lupe o es compartida o, en todo caso, me la quedo yo, porque no quiero saber cuántas mentiras más vas a meterle en su vida. Y el colegio sigue siendo de los dos, solo tenemos que organizarnos para no encontrarnos. ¿Te parece?-
-No.-
-Pues entonces vamos a tener que ir a juicio, porque tampoco pienso ceder.-
Mercedes estaba lista para contratacar por sus derechos, cuándo una persona entró de forma apresurada a la oficina con un semblante muy preocupado.
ESTÁS LEYENDO
Go! Vive a tu manera: temporada 3
FanficDebido a que Netflix canceló la tercera temporada de esta serie, aquí traigo una historia para resolver todos los finales abiertos que quedaron. Tanto los personajes como el argumento es propiedad de Netflix. Las canciones, al no tener imaginación d...