Niñera | Anne x Gilbert | Shirbert | En curso

Capitulo 4

∙Anne∙
🎀✨🧸

Inútil.

Improductiva.

Desmotivada.

Las tres palabras que me definen en este momento.

Estoy en el penthouse que la tía Jo nos regalo a mi y a Cole, tratando de escoger una serie en Amazon prime (cosa complicada porque ya me las he visto todas) deseando que alguien me de un trabajo pronto porque de lo contrario tendré que dejar mi orgullo a un lado y llamar a la madre adoptiva de mi mejor amigo, como perrito mojado suplicando un préstamo para pagar mi universidad.

Y es lo menos que quiero.

Se que ella lo haría, es más se ofreció a hacerlo, pero de ninguna manera estoy dispuesta a aprovecharme de los beneficios que conlleva tener una mujer tan poderosa como amiga.

Me absorto en mis pensamientos cuando le doy play a una película cualquiera que sale en recomendados, y de pronto siento como un puño de palomitas me cae en la cara.

—Tierra llamando a Anne.—dice el rubio tonto a quien quiero tanto.

—Hola Cole...—contestó con cansancio, ¿cansada de qué? Ni la menor idea, cansada de no hacer nada supongo.

—Wow, tu alegría si que es contagiosa ¿eh?

Ruedo los ojos.—No molestes ahora, Mackenzie.

—Aún no consigues propuestas, ¿cierto?—a mi pesar, asentí.—No te preocupes ya llegarán.—me animo y se acercó para darme un abrazo, el cual recibí encantada. Lo necesitaba.

Y bue... comencé a llorar.

Lo hice porque estaba empezando a sentirme como una carga estancada en el tiempo, no avanzaba, todo era robóticamente rutinario y eso me estresaba. Además de que mis traumas de infancia aún me perseguían... si se que suena muy ridículo, pero era la verdad.

—Shhhh ya, ya. ¿Y si vamos al muelle a comer pizza? Nos vendría bien relajarnos.—ofreció, yo negué, no me apetecía cambiarme de ropa y mi mente soñadora tampoco me permitía salir sin arreglarme. ¿Y si me cruzaba con el amor de mi vida? Sería incapaz soportar tanto.

En eso la pantalla de mi celular se iluminó. Mire a Cole, Cole me miró a mi. Ambos nos lanzamos al celular.

—¿Qué es? ¿Qué es?—preguntó con insistencia, mis dedos estaban resbaladizos por la palomitas impidiéndome desbloquear el celular.

—¡Por todos los quesos!—me quejé, aventando el telefono al sofá. Mire a mi alrededor.—¡La computadora!

Escribí mi contraseña lo más rápido posible y abrí en enlace. Me decepcione un poco al ver que no había nada.

—Espera, refresca la página.—me dijo Cole, sin esperanzas le hice caso.—¡Ahí! ¡En la campanita!—chilló.

Clave mis ojos en la dichosa campanita y efectivamente, había una notificación.

—Gilbert Blythe.—leí.—Padre de dos niños, requiere una niñera a tiempo completo. ¡Es perfecto!

Mi amigo frunció el ceño.—¿Tiempo completo? ¿Qué harás con las clases?