Prólogo

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Apesar de que fue hace años lo sigo recordando, aunque suene raro para otras personas todavía recuerdo la fecha exacta de donde empezó y tiene sentido sabiendo que es algo importante en mi vida, durante el año 2012 en un viernes 13 probé por primera vez algo que no sabía lo que me provocaría en el futuro, tomé un raspado y sin duda es totalmente inexplicable, si dijera que amé el sabor no es suficiente, si digo que era increíble tampoco lo sería, incluso si menciono que el aroma, textura y sabor eran indescriptibles al final no estaría ni cerca del verdadero sentimiento y acción que experimenté ese magnífico día, expulse demasiado cum ese día por la bella sensación del raspado, no pude detenerme y solo soltaba y soltaba mientras en mi rostro se notaba la excitación por todo lo que componía el raspado, algunas personas me miraron con asco porque literalmente hubo tanto cum que mi ropa se volvía un tono sumamente blanco y con olor a raspado, cada gemido al sentir el hielo derritiéndose en mi boca era la mayor prueba de que tarde o temprano se convertiría en una obsesión, claramente fue más temprano de lo que pensé porque al día siguiente estaba en el mismo puesto de raspados viendo como todas las personas de los alrededores se sentían extraños por mi comportamiento e incluso así me daba igual, para mí en ese momento solo era mi raspado y yo, nadie más, no existía el vendedor que se extrañaba ante mi comportamiento, no existía la señora de al lado que vendía juguetes, no existía el perro que mordía niños de la esquina, lo único que me importó fue mi raspado de fresa el cual se convirtió en mi obsesión, sí que me provocaba y digo que me provocaba por el triste hecho de que luego de que se repitiera durante un mes el señor ya no estaba en ese lugar, lloré desconsoladamente y mi familia se preocupó por verme sollozar al darme cuenta de que quizás no probaría otro raspado igual en mi vida, al explicarles esto puedo continuar recordando como mi voz temblaba y mis ojos dolían por tallarlos solo por querer detener mi propio llanto, dolía mi cabeza al punto de que tuve que tomar medicamento para que me dejará de sentir así pero no ayudó, inevitablemente las lágrimas salían de mis ojos y se resbalaban por mis mejillas, puede ser que estuve así por un mes o más, no recuerdo muy bien y prefiero no hacerlo para no estar al borde de eso de nuevo, de todos modos intento continuar con mi vida aunque me sienta miserable seguido, nada era lo mismo sin mi hermoso y sabroso raspado, nadie tiene idea del dolor que siento al ser incapaz de probarlo aunque sea solo una vez más porque el vendedor no volvió a aparecer, sin embargo hoy me decidí a encontrar ese puesto porque se que lo hallare, hace tiempo que me dejó de importar si mi propia familia no me apoyaba con eso, solo me importa el raspado de fresa porque aún no dejé de tener mi obsesión con eso, sé bien que podré beberlo de nuevo y si no es así pues prefiero morir.

Fic para cinasenpai
Es solo otra historia en mame 🏌️

𝗗𝗨𝗟𝗖𝗘 𝗢𝗕𝗦𝗘𝗦𝗜𝗢́𝗡 | Cina x raspado de fresaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora