—Megumi... mírame.
—Dime que deseas.
—Megumi.
—Estoy aquí, Megumi.
La misma noche se vuelve a repetir en su cabeza, se ha vuelto eterna. La voz y sus palabras se han ido grabando en su piel, cada pequeño sonido y el tono que cargaba con tantos sentimientos, puede recordar cada uno de sus detalles. El rostro de Satoru, a pesar de los años, no se ha desvanecido de su cabeza. Es gracias a su buena memoria que después de diez años, Megumi no ha logrado avanzar de la última noche antes del incidente de Shibuya.
Satoru fue sellado, e incluso después de haber atrapado a Suguro Geto, él no apareció. Satoru, el hechicero más poderoso de la generación, había desaparecido sin dejarle un mísero rastro; y con la falta de su presencia, los problemas se presentaron. La protección que ese hombre inmaduro había puesto sobre él, se rompió y Megumi tuvo que enfrentar la cruda realidad que significaba no volver a caminar de la mano de Satoru.
Personas que consideró amigos descansaron luego del ataque en Shibuya, algunos tuvieron que huir; sin despedidas, ni un "hasta pronto". En medio de su conmoción apareció el Clan Zenin, el maldito Clan que lo ató a la silla más alta, sin tener oportunidad de escapar. Un día él era Megumi Fushiguro, un chico de preparatoria; al siguiente día se convirtió en Megumi Zenin, cabeza del Clan Zenin.
El día de su reconocimiento oficial, mientras era vestido en ropas tradicionales y era presentado a desconocidos, se le informó de la muerte de su hermana. Megumi tuvo que endurecer su corazón y soportar ver a esas personas celebrar, hundiéndose en el alcohol; ni siquiera las miradas que recibió, las de odio, fueron lo suficiente fuertes para borrar el dolor que se albergó en su garganta, el mismo dolor que se vio obligado a tragarse junto a las lágrimas que no pudieron lamentar la muerte de Tsumiki.
El tiempo avanzó, y él se castigó contando cada día desde que volvió a encontrarse solo en este vasto mundo.
Han pasado diez años y seis meses desde que Satoru le comentó sobre un viaje, un íntimo viaje del que solo serían parte ellos dos; debían celebrar, le había dicho. Satoru le había dejado la tarea de escoger el lugar, él aceptaría cualquiera que desee. Megumi buscó, como se le había pedido, buscó mientras una extraña emoción se instalaba en su pecho, y no hacía más que crecer cuando veía todos esos destinos a través de la pantalla.
Megumi había pensado en revelarle su elección después de terminar con Shibuya.
—Megumi-sama, necesitan de su presencia en el salón.
Es la voz de alguna anciana sin rostro quien le ha regresado a la tormentosa realidad, y él no tiene más opción que ser guiado al infierno en la tierra.
El camino es desastroso, lleno de personas a quienes no alcanza a ver el rostro, todos bajan sus cabezas ante él y si alguno se atreve a alzar la mirada, no puede ver más allá que una mancha borrosa cubriendo su rostro. Son completos desconocidos, están ahí para servirle y cumplir sus órdenes, pero ninguno es capaz de cumplir su mayor deseo; ni siquiera él pudo.
Las personas en ese salón lo saludan al unísono, "Megumi-sama" le llaman, el honorífico junto a su nombre es una burla. ¿A quién rayos llaman así? Él es Megumi, solo Megumi; así como Satoru solía llamarle, con su melosa voz que alargaba las sílabas, como un susurro que atravesaba su piel en las noches, como una queja exagerada reclamando por su atención, con la dulzura que usaba al felicitarlo por las más insignificantes cosas.
Las bestias dentro de ese salón han guardado sus colmillos, no es necesario comérselo para torturarlo, basta y sobra con escuchar sus palabras. Cuando Megumi llega a ponerse delante de todos, el festín de voces empieza. Tiene que volver a escuchar los oscuros secretos de esa familia, los problemas que no se pueden solucionar con un simple "perdón". Hoy, una vez más, como la cabeza de la familia, es obligado a tomar las decisiones, y actuar como el sentenciador.
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Esperar es una palabra que dura años [GoFushi]
FanficGojo se fue, se fue hace tantos años y Megumi no ha sido capaz de avanzar desde ese día. . . . Spoilers del manga, post Shibuya arc Obvias menciones de una relación menor-adulto, incluyendo menciones sexuales (leve)