004. Un (no) desastroso comienzo

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Hicimos los respectivos preparativos para el viaje, la carga no fue mucha debido a que no ocupabamos gran cosa como lo serían accesorios, ropa o productos de higiene (debido a cierta composición de nuestros cuerpos que mantenía un olor agradable, cosa que como slimes no podemos percibir pero cualquiera con capacidad de percibir el olor, si). Solo tuvimos que llevar una mochila con libretas y algunos útiles escolares básicos para la academia, parecía ser lo típico que llevarías a tu primer día de clases, con la única excepción de que ducha escuela no sería como la que conocemos.

Sofy por su parte, no llevaba mucho equipaje que digamos, solo una maleta o al menos así lucía a primera vista, pues dicha maleta parecía tener un espacio indefinido donde habría metido una gran cantidad de libros, notas, material de investigación, ropa, muebles y un sin fin de productos que encontrarías en un mini súper.

Sofy: ¿Qué pasa?

Luis: ¿No crees que es demasiado?

Sofy: no te preocupes, en esta maleta puede caber hasta un estadio de fútbol entero

Eduardo: sorprendente

Luis: no me refería exactamente a eso

Sofy: bueno, supongo que este será el comienzo de sus nuevas vidas. Lucía, Emilia, por favor, sean buenas estudiantes y pase lo que pase no dejen que nadie descubra que ustedes dos son varones, sería un problema si se supiera.

Emilia: no se preocupe, nadie sospechará de eso, en especial si se trata de Lucia quien tiene más potencial

Lucia: ¿Q-qué estás diciendo?-

Al oír eso, no pude evitar sentir vergüenza, mientras me cubrí los pechos que en mi forma humana se notaban muy grandes

Emilia: juju, Lucia luce muy femenina con esa reacción

Sofy: suspiro, me pregunto a dónde se fue su masculinidad [susurro]

Lucia: no es lo que parece, es solo que... ¡Ya no puedo más con esto! [:'v]

Y así fue nuestro último día en este mundo, pues pronto estaríamos en otro. En el fondo, supe que extrañaría mi anterior vida, pero... por lo visto ya no había marcha atrás y debía seguir adelante, tal vez pronto conocería a nuevos amigos. Pero sin importar a donde fuera, mientras Eduardo, o mejor dicho, Emilia, estuviera a mi lado, estaría seguro de poder avanzar.

En cuanto llegamos a este nuevo mundo, podría describirse tal como los libros que Emilia me hacía leer durante las noches, no podía ignorar su amable petición de al menos pasar por unos cuantos párrafos, aunque no fuera muy fanático de estas cosas realmente me agradaba la idea de poder ver otros mundos diferentes a nuestra realidad, ver esos coloridos entornos naturales casi de ensueño y grandes construcciones de la era medieval un tanto fantasiosas.

Percibir todo eso con mis propios sentidos, era algo que solo podría tener cabida en mis sueños más profundos. A pesar de ello, no me hacía mucha gracia tener que presenciar todo esto bajo estas circunstancias, al menos, estoy satisfecho por poder llegar hasta aquí.

Ver un paisaje sin igual, lleno de vida y frescura, un bosque abundante de árboles y pinos frondosos junto a gran un lago azul, tan puro y lleno de vida, incluso el cielo lucía tan puro y libre de esa contaminación. Tanta belleza que podría admirar por un tiempo indefinido, si tuviera lágrimas para derramar ahora mismo, complementaria la reacción de mi rostro que solo puede mostrar total perplejidad.

Emilia: ¡Lucia, la capital queda por acá!

Emilia al ver qué no lograba sacarme de mi burbuja mental, terminó llevándome a rastras al otro lado de la montaña, donde podía mirarse otro paisaje.

Si ya de por sí el paisaje natural ya era demasiado para mis ojos, el del reino, fue la gota que derramó el vaso.

Castillos, templos y grandes edificaciones sobre islas flotantes, muchos edificios de diversos colores, formas y tamaños, unos más modernos que otros, canales de agua transitables, calles tapizadas con baldosas y una estatua tan alta como el Ángel de la Independencia que se hacía notar en el centro de una gran plaza, dicho monumento desprendía un brillo intenso.

Emilia: Increíble

Lucia: Esto no se compara en nada a lo descrito en los libros

Sofy: Bienvenidas al reino mágico de Agatha

En solo cuestión de segundos habíamos llegado a la entrada del reino, a través de un hechizo de teletransportación, no había tiempo que perder ya que teníamos cierto horario al cuál llegar puntuales.
Ahora desde cerca, el reino tenía un aspecto mucho más colosal a comparación del primer punto de observación, las murallas principales que protegían todo el territorio median al menos 30 metros según mis cálculos pero si así de grande eran los muros, no quería imaginar que tan alto o que tan grande estarían aquellas islas flotantes.

En la entrada, había un par de guardias haciendo de filtro para el acceso al paso de viajeros y mercaderes, la fila de esta no era muy larga pero si considerable como para pensar que este lugar era un punto importate para divertsas actividades. No nos demoramos mucho en pasar, luego de que Sofy entregó una carta al guardia, se vieron tensos al comienzo pero recuperaron la compostura al poco tiempo y nos dejaron pasar.

Al otro lado de las murallas, fue como entrar a un parque de diversiones temático, solo que en este caso sin atracciones como la montaña rusa o el Himalaya, si bien se podía alcanzar a ver una rueda de la fortuna a lo lejos, este era otro mundo. El mundo que los libros de fatasía se acercaban poco a poco a descfibir frente mis ojos.

A los pocos metros, un carruaje nos esperaba, al pie de este, un hombre de peinado cool, apuesto y algo musculoso quien sin si quiera pensarlo sería un conocido de Sofy.

Sofy: Brave, cuanto tiempo sin verte

Brave: lo mismo digo, no te había visto desde la graduación y por lo que veo, no has cambiado mucho

Sofy: ¿Geh? ¿A qué te refieres con que no he cambiado, han pasado tantas cosas que yo misma me veo al espejo y veo una persona completamente diferente a mi yo de aquel entonces

Brave: no te lo tomes a mal, me refiero a que te ves rebosante de juventud

Sofy: más te vale cuidar tus palabras, pero bueno, dejemos esta coversación para después, te presento a mis dos nuevas aprendices, ellas son...

Emilia: soy Emilia, un gusto conocerlo señor

Brave: (¿Señor?) lo mismo digo

Lucia: yo-yo me llamo Lucia, es un placer

Brave: el placer es mio, mi nombre es Brave Ackerman y vengo como su escolta hacia el Palacio de las Rosalías

Sofy: ¿El Palacio de la Rosalías? Pensé que nos dirigíamos directamente a la Academia

Brave: si te soy sincero, la Doncella pidió una audiencia de último minuto con usted y sus aprendices

Sofy: entiendo

Terminada la conversación, subimos al carruaje para trasladarnos hacia el Palacio, en ese momento, me entró la curiosidad de saber como sería ese lugar. En cuanto a Emilia, ella tenía parecía estar más emocionada que yo.


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⏰ Última actualización: Feb 08, 2022 ⏰

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