Lo admito, sí, estoy asustada. Aún sigo sin poder digerir el hecho de que estoy en cama, en un hospital, con los medicamentos más fuertes. Mi familia... Eso es lo que más me preocupa, ¿cómo la estarán pasando ellos? ¿Mal? ¿Peor que yo? No lo sé, no lo creo, tomando en cuenta de que mi mamá es un tanto responsable por lo que estoy pasando. Matías, ¿él cómo está? No puedo ni imaginarme por lo que está pasando. Lo único que me queda es ser fuerte por ellos.
Toda mi vida parecía perfecta hasta que esto sucedió, no quiero dejar a mi familia, dudo mucho que yo pueda descansar así y mucho menos todas las personas que me quieren.