27 de abril

216 9 0
                                    

Hola, tengo 15 años y me llamo Carlota, para mi pequeño grupo de amigos Carl y para mis compañeros la niña rara. La verdad es que no me molesta ser rara, es mas, me encanta serlo, no ser una copia barata de esta asquerosa sociedad, asi que a todos ellos que me llamen rara muchas gracias.

Como muchos de estos adolescentes raros me corto. Tengo cicatrices en las muñecas y no me ocupo de ocultarlas, estas cicatrices forman parte de mi vida, ¿por qué ocultarlas? Para todos aquellos que no os hayais cortado, pensareis que bueno, que se siente. Pues mira yo os lo diré. Cortarse, cojer una cuchilla, unas tijeras, lo que quieras, empezar a cortarse y uff... un desaogo, es un estado de desahogarse que te encanta y lo vuelves a repetir. Pero hoy, 27 de abril, la cosa va diferente. Ya me he cortado en mi vida unas cuantas veces y me esta dejando de aliviar porque se me hace como una rutina. Como todas las mañanas, he estado escuchando musica que me ha deprimido, y como todos los dias de instito, la gente se rie de mi por mi aspecto y cosas de mi pasado. Mirarme al espejo y ver mi cara horrible al lado de una inmensa cantidad de grasa. Definitavamente, hoy me queria suicidar. ¿Por qué no hacerlo? ¿A quien le iba a preocupar? ¿A mis padres? No me hacen caso, se centran en mi hermano pequeño, ¿A mis amigos? Es duro pero hay que darse cuenta de que ya 3 años no me va a quedar ningún amigo de los que tengo ahora, cada uno irá por su camino, independientemente de los demás, tendrá nuevos amigos y yo tan solo habré sido una parte de su vida ya terminada. Decidido, haya vamos. El dolor acabará en 3, 2, 1...

Adoleslente en suicidioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora