<< Cuando digo que vivir en esta casa es una basura no miento, la incertidumbre puede sentirse en el aire, eso y el olor a café que solo logro que mi cabeza pulsara más. Gemí de dolor, estoy tirado en el suelo, solo recordar el sufrimiento de anoche lograba que el dolor se incrementaba, es peor que una resaca, son como 10 resacas juntas>>
Oh maldición, mis rodillas no responden, ¿O son mis tobillos? Ni idea simplemente mi cuerpo no quiere levantarse del suelo, escucho unos rasguños en la puerta por lo que me arrastro hacia ella y abro con esfuerzo, es Dori se pasea a mi lado y sonrió por el suave contacto de su pelaje ¿Por qué esta rascando mi puerta? Ella siempre duerme con Minho, un momento ¡Mis hermanos! Saco fuerzas de donde no sabía que las tenía y me levanto, mis huesos crujiendo en reproché por levantarme del suelo, salgo apresurado e involuntariamente volteo en el momento en que paso al lado del espejo, hay marcas amoratadas en mi cuello y tengo rasguños en mi pómulo izquierdo junto a una fea cortada en el labio, llevo mi mano a mi boca y siseó por el dolor. Decido ignorar mis heridas hasta revisar a los chicos no tengo ni idea de la hora pero la casa está sumida en un imperturbable silencio, "seguro ya se fueron" pensé. Salgo de mis pensamientos al escuchar sollozos, Félix. Toco su puerta y ese sencillo movimiento hizo a mi codo crujir y que jadeara del dolor.
--Lixie soy yo Channie, ¿Puedes abrir la puerta tesoro?-- Escucho movimiento del otro lado, mientras espero veo como en el suelo hay un polvo blanco que pise por accidente, allí noto que estoy descalzo y que al quitar el pie del polvo blanco deja de causarme escozor. La puerta abre dejando ver a un demacrado Félix, está de pie, "al menos el sí pudo" pensé; no tiene pantalón, es lo primero que noto, al observar su cara tiene un feo moretón en su mejilla y su ceja tiene un corte, él se abalanza hacia mi abrazándome por la cintura y llorando sobre mi pecho, por el impulso caemos, yo aún sigo débil y mantenerme sobre mis dos pies es jodidamente complicado, murmuró carajo al mi espalda golpear el duro suelo y Félix solo fuerza su agarre.
--Hy-hyung, me duele-- Dijo entre sollozos Félix, sentí un roce en mi pierna, Dori está a nuestro lado y eso me recuerda que me falta ir por Minho.
--¿Qué te duele pequeño?-- Dije sobando su espalda
--Mi-mis piernas hyung, mi cadera y mi...-- Dijo para silenciarse instantáneamente, pasa a esconderse en mi cuello y sollozar, jodida mierda espero no sea lo que creo que es, me pongo más pálido si eso fuera posible, Dori ondea su cola llamando nuestra atención.
--Pequeño ¿Por qué? ¿Cómo?-- Me quedo callado al ver las marcas en sus muslos, sé que nadie entro, de eso estoy seguro, entonces ¿Por qué tiene hematomas?
--Es como antes hyung son como las marcas que dejaban los amigos de papá-- Él lo dice de una forma que duele, su cuerpo se aferra a mí.
Suspiro para seguido escuchar nuevamente sollozos pero esta vez desde el cuarto de Minho, con mis casi nulas fuerzas me levanto con Félix aun sobre mí y me dirijo a la otra habitación, Félix sigue aún escondido en mi cuello mientras lo cargo, toco la puerta y escucho como Minho abre lentamente la puerta, Dori es la primera en entrar restregándose contra su pierna. Lo observo y ahogo un grito, su rostro de un común tono pálido está casi cubierto por moretones y sus comunes cicatrices opacas están hinchadas como si fueran recientes. El solloza al verme impactado y se acerca, pero se mueve demasiado rápido y yo sigo tan débil que provoca que caigamos al suelo los tres, Félix se queja pero no me suelta, solo se hace un poco al lado para dejar que Minho también se aferrara a mi ¿Y yo?, comencé a llorar por todo, por el dolor en todo mi cuerpo, porque los hematomas que no sabía que tenía habían comenzado a palpitar y por mis hermanos.
--Pequeños sé que les duele, por favor levantémonos del suelo, así vamos a mi habitación para curarlos-- Ellos me soltaron y se sentaron en el suelo, cuando voltearon a verme jadearon, se porque mi cara tiene cortes y hematomas, mis brazos igual tiene hematomas y mis piernas cortes, además estoy casi seguro que tengo un par de costillas rotas pero con suerte no sea así.
Félix acerco su dedo a mi labio, esta reventado, y se ve morado esta asqueroso, Minho dirige su dedo a un hematoma que se ve amarillento en mi brazo, cuando los dos hacen contacto con mis heridas suelto un grito ahogado y por reflejo me aparto, ellos dejan su mirada fija en mi cuello, algo ha de tener pero no lo he observado bien, solo me duele como el infierno. Me coloco de pie, tambaleo y me sostengo de la pared, mis piernas pulsan, y me pregunto cómo mantuve a Félix alzado tanto tiempo. Ellos al verme de pie también se levantan y comienzan a andar hacia mi habitación, la voz dice "No le basto el dolor de la primera vez, esa infeliz quiere su sufrimiento otra vez" le respondí de que hablaba "con el tiempo las muertes vengaras y este dolor será de ellos" no comprendo así que mejor avanzo hacia mi habitación.
Cuando entro en mi habitación Minho está sentado en mi ventanal, y Félix está bajo mis sabanas. Yo me dirijo a mi baño a buscar el botiquín, cuando lo consigo no puedo evitar asombrarme porque el lado derecho de mi cuello esta de un tono morado, lo ignoro y me dirijo a la habitación, dejo el botiquín sobre la cama y me dirijo al armario para sacar algo con que cubrir a Félix.
--Ten Lix colócate esto y tu Min ven a que te cure-- Ellos acataron las órdenes y cada herida fue tratada, bien no tengo las costillas rotas pero se siente como si así fuera.
Las emociones vividas dejaron exhaustos a los chicos, eso y que de por si su resistencia no es buena, luego de alimentarles y que durmieran permití a mi mente divagar, ¿Por qué sucedió todo esto? Cada vez mi vida se vuelve más irreal, quien diría que acabaría así, cuando era niño a esta edad me veía en la universidad o trabajando, no encerrado con mis hermanos heridos y extrañando con fuerzas a mi Minnie.
-- Ji --
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↝Heaven | chanmin
FanfictionSi te digo que ni yo sé cual es mi realidad, ¿Me creerías? Si la vida te depara un mal destino, ¿Qué harías? La vida los separó y el destino no se quedara callado, pobre Chan, la vida en paz difícilmente lo dejara Chan vive prisionero pero no sabe...