CEO vs CEO: Fighting for Supergirl

Capítulo 3

Anoche fue una noche muy extraña. Kara no tiene idea alguna de que demonios ocurrió anoche. ¿Por qué Lena y Andrea se comportaron así? Tiene constancia de que Lena y Andrea se conocen desde el internado, ¿es acaso que así se llevan ellas? Sea lo que sea que ocurrió ayer la está distrayendo. Es mejor quitarle importancia, probablemente no se trata de algo importante. ¿Tal vez Lena y Andrea tomaron de más? Imposible, se hubieran convertido en el foco de atención de haber sido ese el caso.

No sabe cómo será su relación laboral con Andrea después de lo de anoche. Que hayan bailado no significa que Andrea será más amable con ella, ¿o sí? Con respecto a Lena, Kara está muy agradecida de que Lena no se lo tomara mal. No sabe cómo hubiera reaccionado o actuado si Lena se lo hubiera tomado muy personal, pero por suerte ese no fue el caso. Hablando de Lena, la rubia quiere pasar más tiempo y hacer más cosas con ella ahora que sabe que es Supergirl. Trabajar juntas como compañeras para combatir el crimen, ser Kara Zor-El con ella, incluso mostrar su lado inteligente con Lena; ayudarla en sus futuros proyectos.

La rubia estaba muy concentrada pensando en su mejor amiga que perdió la noción del tiempo, y cuando se dio cuenta, ya era demasiado tarde. «¡Oh Rao, no!» ve que son las ocho trece de la mañana, y todavía está en su apartamento. Oh no.

Kara agarró sus llaves y salió corriendo de su apartamento. Que Andrea bailara y fuera amable con ella anoche no la salvará de la regañada que le dará por llegar tarde. Piensa en volar hasta CatCo, pero eso significa que podrían verla, y haría su pelo un revuelto; no es una opción. No tiene un carro, y tiene que esperar si pide un UBER o Taxi, lo cual solo la haría llegar más tarde. Kara buscaba la forma más rápida de llegar. «Piensa, piensa... ¡Bingo!» Kara tocó la puerta de uno de sus vecinos, y le pidió prestado una bicicleta. Puede ir pedaleando sin cansarse, la magia de ser kryptoniana. La rubia suspiro de alivió. Esta era la manera más rápida de llegar que se le ocurrió, pero sigue estando tarde.

—¡Hola Steve! ¿¡Puedes cuidar la bicicleta por favor, por favor!? —le suplica al guardia de seguridad—. Sé que no te contrataron para cuidar bicicletas y no es tu deber, pero si lo haces puedo pagarte, ¿sí? —Steve aceptó. Kara revisó sus bolsillos... Oh no, por los apuros olvidó traer dinero—. Ay, no tengo dinero... Pero puedo compensarlo. Soy una amiga de Supergirl, y sé lo mucho que tu hija es fanática de Supergirl. Qué tal si Supergirl se acepta a tomarse una foto con tu hija- no, que asista al cumpleaños de tu hija, puedo decirle eso, ¿aceptas? ¡Gracias, Steve! —Kara le deja la bicicleta a Steve. Esto le hizo tardarse más tiempo, pero era eso o que su vecino le reclamara por perderle su bicicleta.

Kara entró al ascensor como un rayo, y precionó varias veces los botones. «¿¡NO!» por los apuros estropeó uno de los botones, aplastando el botón hasta el fondo. Será mejor que salga, no quiere pagar por los daños. Apenas abrirse las puertas, Kara salió como si no hubiera un mañana corriendo a su escritorio. Está cerca...

—¡Kara! —dijo una voz con tono de autoridad. Kara tragó saliva y se dio la vuelta, mirando a Andrea con los brazos cruzados— A mi oficina, ahora —la empresaria dio la vuelta y caminó a su oficina sin mirar atrás.

La rubia no se lo pensó más de dos veces, y siguió a su jefa. No quiere darle a Andrea más motivos para que le quite dinero de su sueldo. Kara cerró la puerta de la oficina sin hacer mucho ruido, luego Andrea le preguntó si sabía por qué está aquí.

—Lo siento Señorita Rojas, pero hubo muchas inconveniencias.

—¿Qué clases de inconveniencias? —pregunta la directora ejecutiva en un tono... ¿suave? Mientras le pide que tome asiento— Claro, al menos que te hubieras despertado tarde por lo cansada que debiste de estar con el baile, que por cierto me gustó mucho —las mejillas de Kara se tiñeron de un pequeño color rosado—, pero eso no fue motivo para que yo llegara tarde también.