Año 846.
Los gritos y chiflidos llenaban el lugar. El olor a alcohol y tabaco de las personas que nos miraban se mezclaban con la sangre y sudor de los que peleábamos. Para esos cerdos de Sina con ropas finas, nosotros éramos su mayor entretenimiento. Se excitaban al ver las peleas, y mucho más cuando veían pelear a una mujer. Eramos pocas las desesperadas que preferíamos recibir puñetazos a caricias para obtener algo de dinero rápido y facil.
Mi distracción me costó un golpe en la mejilla. No me preocupe, se notaba que ese tipo era un principiante, pues todos ahí sabían que no era recomendable golpearme. Gire mi rostro, mirando al hombre delante de mí que sostenía su mano mientras gruñía de dolor.
— ¿Eh? ¿Acaso no te lo dijeron? —di pequeños golpes en mi cabeza —tengo la piel de una roca.
— Tú... ¡Maldita!
— No tengo tiempo para juegos — dije para después echar para atrás mi cabeza y estrellarla con fuerza contra la de él. No tardo en caer de bruces al suelo con los ojos en blanco —gane.
Me enfermaba estar en ese lugar, así que como todos los meses apenas me pagaron me fui de ahí. Y como siempre, camino con la vista al frente sin molestarme en ver hacia los lados ¿que podría ver? solo personas muriéndose en plena calle.
Una vez llegue a la salida del infierno, la mitad de mi dinero se fue. Debía pagar para salir de ese lugar y regresar con las personas que tanto amaba, esas personas por quienes me ensuciaba las manos con tal de que tuvieran algo que comer.
Uno a uno, subía los escalones del infierno. Una vez llegue arriba, en lugar de mirar el cielo nocturno como una persona normal lo haría, mire hacia abajo, sintiendo lastima por todas las personas que se quedaban atrás. La ciudad subterránea era un lugar peligroso, pero también el mejor lugar para conseguir dinero fácilmente. Levante la cabeza y cerré los ojos, tomando una buena bocanada de aire limpio que en la ciudad subterránea era imposible de conseguir.
— Misma mierda diferente lugar.
Acomode mi capa para cubrirme el rostro y comencé a caminar. Me dolía todo el cuerpo, pero no era un dolor que no pudiera soportar. Después de una semana en Sina, ya tenía el dinero suficiente para regresar a Rose y evitar que esos desgraciados siguieran explotando a quienes consideraba como mis hijos. Apenas eran unos niños, y ya tenían las manos llenas de callos por tanto arar la tierra.
Cuando llegue a un viejo almacén, abrí la puerta y la cerré recostando mi espalda contra ella. Baje el gorro de mi capa, y me solté el cabello dejándolo caer hacia un lado. Amaba mi cabello, era poco común ver mujeres con el cabello tan rizado como el mío. Sin duda, mi larga y abundante melena castaña traía con sigo varios beneficios, pero vaya que me acaloraba. En ese almacén, solía guardar el dinero que iba consiguiendo bajo una piedra suelta del piso. Sonreí al sacar el saco. Por su peso, deduje que podría descansar un mes... descansar... creo lo más correcto sería que tendría una semana para recordar porque tengo que seguir adelante.
— Armin, Mikasa, Eren... Estefan, creo que esta vez podre llevarles algunos dulces —de tan solo imaginarme sus expresiones, las energías volvieron a mí.
No podía darme el lujo de venir a Sina cada que me venía en gana, aparte de ser un viaje largo también era bastante complicado, por eso cada que venía aquí me quedaba una semana para reunir todo el dinero que me fuera posible y así retrasar mi próximo viaje. Una vez pisaba Rose, me sentía más liviana, pero no podía respirar tranquila hasta por fin adentrarme a Trost.
El sol volvió a caer, mis pies dolían por tanto caminar, el saco de dinero se sentía menos pesado, pero seguía teniendo una pequeña sonrisa en mi cara. Como si se tratase de un tesoro (aunque no estaba lejos de serlo) llevaba una caja con dulces en mi mano derecha. Mis músculos se tensaron, y un escalofrió me recorrió todo el cuerpo. Agache la cabeza para ocultar mejor mi rostro, por el rabillo del ojo observe a alguien ocultarse dentro de un callejón.
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Short Story - Levi Akerman
FanfictionUna historia corta basada en el anime de shingeki no kiojin. ¡Espero les guste!