Amarte Valiente

19

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Después de lo ocurrido, la manada trataba de consentir y animar a Stiles, Derek lo mimaba, y sin falta todas las noches tenían sexo... El moreno besaba cada parte de su piel, marcandolo para que supieran que ese castaño era suyo, extrañamente el zorro no hizo sus apariciones como era costumbre en él, y otro que también estaba extraño era Louis, casi no pasaba tiempo en el Lotf y eso a Stiles le traía un poco de tranquilidad, ya que no lo veía atrás de su hombre.

Se puso a pensar que desde que el y Derek están juntos, Louis no volvió a acercarse a Derek, estaba como distraído y cada vez que pasaba a su lado podía oler un poco de tristeza con un toque de depresión, pero el se sentía bien con eso aunque estuviera mal, no sabe si era por rencor, ya que recordaba todo el lío que causaba Louis en Derek.

El Lotf estaba tranquilo, los gemelos habían salido con Derek por una diligencia en el bosque, las chicas estaban de compras, Stiles se negó a ir sabiendo que estarían de tienda en tienda mirando y comprando cosas para su bebé y el no quería estar todo atosigado, Issac con Scott con Daeton, Erika haciendo sus cosas con Boyd, Peter con su padre ya que era su día libre.

Para su buena o mala suerte solamente estaba él y Louis, estaba colocando este crema en su pequeño abultado vientre y solamente sentía la mirada a sus espaldas, bien sabía quién era, pero no le tomaba mucha importancia, la parsimonia fue cortada por el sonido del celular del castaño.

El pensando que era su gruñón lo contestó con alegría, eso lo pudo notar Louis quién sólo chisto la lengua... Louis pudo ver el cambio en el rostro de Stiles por otro más soberbio y seductor, agudizó su oído para poder escuchar con quien hablaba, no es que fuera chismoso pero la curiosidad lo mataba, pudo reconocer la voz del otro lado de la línea y su corazón empezó a latir desbocado, los celos le invadieron quería escuchar que más hablaba aquel par cuando se quiso acercar, vio cómo Stiles se levantó del sillón tomo una chamarra y salió de lotf... lo siguió ocultandose cuando debía para no ser visto, llegó a una estadía, pudo escuchar que habitación pedía el castaño, el como desaparecía en el segundo piso, habían pasado más de treinta minutos, se estaba desesperando, subió sin que el recepcionista se diera cuenta, curiosamente la habitación en la cual había ingresado el castaño estaba emparejada y como dicen..... la curiosidad mató al gato..... lo que encontró dentro le partió el alma y el corazón, no tanto por el hecho de ver al castaño, sino quién estaba con él, más bien entre sus piernas, lo descarado que se escuchaban el choque de pelvis y el sonido obsceno qué hacía del choque de sus cuerpos, los gemidos de ambas personas, se dio cuenta que estaba llorando y no lo podía creer el jamás había llorado por alguien.

Pero él estaba llorando por el sujeto que estaba entre las piernas del castaño, quién lo penetraba con fuerza, por el cual soltaba gemidos, las lenguas jugando una con otra.... Él estaba rígido no podía moverse quería salir de ahí, pudo observar como el castaño lo miraba con burla.