Erasermic *Sin título*

I

Hizashi tenía hambre.

Tal vez debería apresurarse a la cafetería y pedir algo delicioso y dulce, sí, algo dulce sería bueno para soportar el regaño que se le venía en cima. Bufó mientras cambiaba el paso rápido y empezaba a caminar de manera lenta, el solo recuerdo de que su mejor amiga —y representante— lo estaba esperado para regañarlo le hizo aminorar el paso. Ella era una tirana, él solo quería comer ¡quería pizza! ¡Ir por una pizza no es nada malo! Además, había olvidado el ensayo preparado ¡Pero luego recuperó las horas perdidas! Así que no entendía la molestia de Nemuri, claro, porque nada tenía que ver el hecho de que se haya ido hasta Italia a buscar su pizza o que se haya aparecido sino hasta dos días después del ensayo establecido...

Como fuese el caso, Nemuri era una tirana por querer regañarlo a la hora del almuerzo cuando podía hacerlo en cualquier otro momento (no es como si Hizashi estuviera escondiéndose de ella, claro que no, el que no se hayan visto desde que se fue a Italia era una casualidad, si, una casualidad).

Lo mejor sería pensar en que flores quería para su funeral, le gustaban los claveles, tal vez debería dejar una carta que hable sobre su muerte y como la tirana lo había hecho picadillo, que quería que sonarán la música más fuerte y que dieran pastel, de chocolate porque era su favorito, también que...

—¡Cuidado!—una voz bonita le había regresado a la realidad, cuando volteó hacía el dueño de esa voz vió al ser más hermoso que jamás había visto con una maceta en las manos y una mirdad de molestia —y casi podía decir que de odio también— por haberle empujado sin querer.

Hizashi sabía que debía hacer algo, después de todo estaba frente a un ángel ¡un ángel! Que parecía molesto y amargado pero tenía un aura atrayente que lo sorprendió, así que no podía perder la oportunidad de impresionarlo.

Él era conocido como uno de los mejores cantantes en la década, era famoso por sus canciones y la forma en la que combinaba el sonido, era un genio musical y nadie podía negarlo, así que entre sus habilidades de genio estaba una labia increíble, labia que usaría para dar la mejor impresión jamás dada a ese ángel que tenía en frente como una muestra de disculpa por haberlo empujado, tan solo debía decir las palabras correctas y darle la mejor impresión de su vida...

—Wow

Quizá debía trabajar más en conectar su cerebro antes de hablar.