No digas nada

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ᴇʀᴇꜱ ᴍɪ ᴇꜱᴘᴏꜱᴀ 💖🍃

Capital 4

Me encontraba sentada mirando a mi pequeña hija habían pasado Ya varios años pero eso no impedía que estuviera junto con ella sinceramente no entiendo cómo es que sobrevivió pues no es una niña común como las demás no pensé que ese hombre aquella noche fuera un demonio como en aquellas leyendas la primera vez que experimente con un ataque de mi hija al sentirse extraña con aquellas  marcas que se mostraban ante su rostro y sus brazos me sorprendió bastante debido a eso pero supe controlar la de alguna manera aunque no recuerdo mucho de ese día.

- Keiko, dime. ¿Cómo te has sentido?

Pregunté mientras la miraba fijamente pues la curiosidad me llamaba quería averiguar si recordaba algo de aquella vez o no Pero sinceramente prefiero que mi hija nos recuerde.

- Bien mami. ¿Por qué me preguntas eso?

Me miró con ternura en seguida negué sus ojos me encantaban me matan sinceramente es divina la he metido a que sea modelo en revistas o portadas para productos o comerciales por esa razón también he traído a mi niña aquí pero quiero que estudie y eso.

- Keiko, qué te parece si hacemos algo mañana...

- Si dime mami – sonríe tiernamente –. ¿Qué es?

Sonríe mientras me ponía de pie y tomaba el abrigo de mi hija y me acercaba para ayudarla a vestir.

- Vamos de compras que te parece.

- ¡Genial! – mencionó muy emocionada –. Mami hace tiempo que no salíamos juntas.

- Lo se hija espera, espera.

Tomé rápidamente un maquillaje quería cortar sus marcas de su rostro la gente es mala no ocasiones no quiero que sufra mi hija .


- Mami dime algo...

- Claro hija que quieres saber...

- Dime. ¿Quién es mi papá?

Al escuchar aquellas palabras me quedé en silencio en realidad no sabía que responder a su pequeña pregunta curiosa de un suspiro para mencionar.

- Bueno papá está trabajando mi niña ganando dinero para un mejor futuro para ti .

- Pero mamá él nunca ha venido a verme y tú no me has mostrado ninguna fotografía – Sus palabras sonaban entrecortadas –. Mamá me estás mintiendo verdad – sus lágrimas empezaban a caer haciendo caer el maquillaje que cubría su piel blanca.

- Oh claro que no.

Necesitaba pensar algo rápido tomé aquella revista mostrando la imagen de aquel hombre sin notar de quién se trataba.

- Mirá el es tu está trabajando duro para nosotras dos.

Ella sonríe mientras abrazaba con fuerza aquella revista y al terminar de maquillarla sonreí y me dirigí a la habitación.

- [Así que eres papá] – pensaría la pequeña mientras veía al hombre y dejaba la revista en su habitación –. Ya vamos mamá.

- Si ahora vamos...

La tomé de la mano para dirigirnos al centro comercial.

- Qué te parece si vamos por unos helados después de comprar las cosas.

- Me parece genial...

Después de caminar unas cuantas calles nos adentramos al centro comercial.

- Papá, vamos quiero que me acompañes a comprar un regalo para mi hermanito.

- No entiendo por qué Lin insistió en que viniera a acompañarte Naoko, esto me parece tan patético.

Diría el hombre imponente de mirada ámbar quién observa al niño de reojo y lo tomaba de la mano mientras caminaba por los pasillos de aquel centro comercial

- [Es papá] – Pensaría Keiko, mientras soltaba la mano de Aome y corría hacia él y lo abrazaba –. ¡Papá!

Diría que mientras lo miraba Sesshomaru, la observó con fastidio y la apartó de él.

- ¿Quién..?

Aquel no termino de hablar al ser callado por la mano de aquella joven Aome lo miró con firmeza mientras apartaba su mano lentamente.

- {Por favor sea prudente} 

Susurraré mientras que los dos niños se miraban seriamente y con fastidio Aome y Sesshomaru se apartaron un poco para hablar.

- Aléjate de mi niña.

- Es mi papá, no el tuyo niño mimado.

- Como me has llamado.

- ¡Mimado! – gritaria Keiko, mientras sus poderes demoníacos se desencadenan

Continuará.

Eres mi esposa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora