cap. 2

52 2 0
                                    

—¡Ja! Nadie saldría contigo aunque le ofrecieras dinero.

— entonces tú le ofreces dinero a Yoichi o algo así? — me levante de mi lugar y lo rete con la mirada

— que dijiste? — se acercó más a mí y comenzamos a chocar nuestras cabezas

— que si le ofreces...

— ya pueden para los dos? — escuche la voz de yoichi al lado nuestro

esta vez comenzó el — me defendí rápidamente haciéndome a un lado — con solo verlo a la cara ya me molesta.

— y tú te crees lindo verdad? me respondió el rosado.

lo soy

Ambos pudimos escuchar el fuerte suspiro que soltó yoichi, realmente no sabía cómo lidiar con nosotros cada vez que comenzábamos a discutir.

Kimizuki y yo nunca nos llevamos del todo bien, pero tampoco queríamos incomodar a Yoichi y hacer que escogiera entre los dos, Aunque sabía que me escogería a mí no quise ponerlo en esa situación.

Por un tiempo ambos comenzamos a llevarnos mejor, hasta que Yoichi me confeso que estaba saliendo con aquel rosadito.

Sentía que ese poste rosado iba a lastimarlo, no solo emocionalmente sino física... ¡tengo que cuidar la retaguardia de mi mejor amigo a toda costa! Por esa razón no podía evitar ponerme a la defensiva cada vez que lo veía.

Pero había ocasiones donde tenía que ceder un poco y dejarlos a solas.

bueno da igual, ya tengo que irme — le dije a yoichi.

espera, pensé que irías almorzar con nosotros...

— almorzare con mi hermano — me acerque a mi amigo y me despedí de él dándole un leve puño en el hombro — Nos vemos después.

— Esta bien...

Después de despedirme de Yoichi ignore a Kimizuki y comencé a caminar hacia la entrada principal del campus.

— ¡yuu! idiota — escuche la voz de Kimizuki a mis espaldas

—¿Cómo diablos me lla... ugh — me di la vuelta para enfrentarlo y sentí un fuerte golpe en mi estómago, me había lanzado la mochila que me dejé sobre el césped — b-bastardo...

— ve con cuidado — rodeó los hombros de Yoichi con un brazo y se lo fue llevando en dirección contraria a la mía.

Maldije al poste rosado y a todos sus antepasados interiormente mientras lo observaba marcharse.

Colgué mi mochila sobre los hombros y retomé mi camino. Pase por la facultad de economía y la faculta de humanidades mientras me dirigía a la entrada del campus, ambas facultades eran bastante grandes con muchas áreas verdes y espacios de estudio, sus estudiantes eran bastante sociables por lo que al pasar por ellos podías llegar a ser encuestado.

Aparte de esas facultades también se encontraba la mía, la de tecnología y derecho. Uno podría preguntarse, y ¿Dónde se encuentran las facultades de ciencias de la salud? Bueno ellos... están en otra parte de la ciudad, no muy lejos de este campus... pero lo suficiente como para darme pereza caminar hasta ahí.

Al salir del campus un mar de gente caminaba de un lugar a otro, unos apenas llegaban a la U y otros se encontraban esperando en la parada de buses a su colectivo, también habían un par de puestos de comerciantes y personas rodeando estos para pedir comida.

DesencuentroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora